Metrobus, el mal parido

Metrobus, el nuevo sistema de transporte tan promocionado por el gobierno porteño, por fin entró en funcionamiento.
El 31 de Mayo, el último día del primero de los cinco meses del año, el interno 70 de la Línea 166, estacionó en la estación Pacífico, para hacer el primer viaje en dirección a la estación Liniers.
Esto del primero de los cinco meses, tiene que ver con las constantes declaraciones del Secretario de Transporte de la Ciudad, Guillermo Dietrich, donde no se cansara de anunciar que el sistema entraría en vigencia en los primeros meses del año 2011, luego de casi dos años de los primeros anuncios, ante la imposibilidad manifiesta de poder ampliar la red de subtes porteña.
Es evidente que se debía cumplir con un plazo sin más demora y ello se notaba en distintos puntos del trayecto. Por ejemplo, en la estación Guatemala, operarios se estaban encargando de las tareas de limpieza para la presentación del nuevo andén.
En la estación Pacífico, estaban instalados los molinetes, supuestamente para facilitar el ingreso de los pasajeros que al momento de ingresar al andén de espera, hubieran abonado el pasaje correspondiente, pero faltaba la supuesta cabina de venta de boletos.
En cuánto a los usuarios, principales favorecidos por el sistema según la preocupación oficial, no tienen opinión unánime en relación a las ventajas de la nueva prestación, a punto tal que el pasado 25 de Mayo, vecinos del barrio de Liniers cortaron el tránsito de la avenida Juan B. Justo, en protesta por la implementación del nuevo sistema.
Ello, es lógico, si se tiene en cuenta que muchos de los pasajeros que utilizan los servicios de la línea 166, van mucho más allá de la avenida General Paz, con lo cual se verán obligados a la realización del trasbordo cuando el Metrobus llegue a la estación Velez Sarfield, donde según explicaron asesores del gobierno porteño, existirán unidades prestas para el trasbordo de los pasajeros que siguen viaje hacia el Oeste del Gran Buenos Aires, pero que en muchos casos interrumpirán el habitual sueño que aprovechan para disfrutar hasta llegar a destino.
Lo mismo, sucede con aquellos, que utilizan los servicios extendidos de la línea 34, más allá de la avenida Santa Fe.
Por otro lado, la programada frecuencia de servicios cada dos minutos, deberá esperar unos meses más, por que aun no están disponibles todas las unidades que integrarán el sistema.
No obstante estas consideraciones, vale resaltar los argumentos positivos del sistema.
En los primeros días se logró regular el tiempo de duración de cada viaje, lográndose establecer un promedio ubicado entre los 35 y 40 minutos, algo parecido a una disminución del 30%.
Vale recordar que el Metrobus, operado en la avenida Juan B. Justo por las líneas 34 y 166, con unidades capaces de transportar entre 140 y 160 pasajeros, duplicando el número actual; y que cuenta con 21 estaciones para el ascenso y descenso de pasajeros, separadas entre sí por una distancia de aproximadamente 400 metros.
Las estaciones están ubicadas a cada costado de la vía preferencial, lo que ha motivado algunas críticas, pero ha sido justificado por la utilización transitoria de los vehículos de transporte convencionales.
Es de hacer notar, que el carril exclusivo también puede ser usado por otras líneas de colectivos – 53, 99, 109, 110 y 172 – que cumplen parte de su recorrido dentro del circuito del Metrobus.
Cuando el interno 70 de la línea 166, llegó a la estación Liniers, se extendió el certificado de nacimiento del Metrobús a las 12.39 horas del Martes 31 de Mayo.
Bienvenido Metrobus a la Ciudad de Buenos Aires.

 

   
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