Cañitas Saturada

El pasado 13 de Abril se llevó a cabo la Audiencia Pública para considerar el Despacho 918 por el cual se propone una modificación a las disposiciones comunales referidas a la habilitación de nuevos locales en las zonas de Las Cañitas.
La audiencia se desarrolló bajo la presidencia de la diputada Silvina Pedreira, Presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano, acompñada por los diputados Bruno Screnci Silva, Vicepresidente de la comisión y Álvaro González, miembro de la comisión.
En el marco de la audiencia se escucharon los argumentos de varios vecinos en defensa de la sanción de la ley que prohibe la expansión de los negocios del rubro gastronómico, del diputado Sergio Abrevaya y del Defensor Adjunto del Pueblo, Gomez Coronado.
Por los vecinos, expusieron sus puntos de vista:
Eduardo Granovsky, vecino de Las Cañitas, que vive en Báez, entre Arévalo y Arguibel, al lado del Mute y enfrente de Soul Café.
"Los vecinos saben que estoy viviendo en el corazón del ruido de Las Cañitas. Considero que este proyecto de ley en general es contradictorio con la puesta en valor de dos calles de Las Cañitas del año 2008. Las obras se realizaron en los años 2009 y 2010, con mejoras de veredas e iluminación. Creo que se invirtieron 4 millones de pesos, que todos pagamos. El barrio se revalorizó, porque concurren más turistas, o sea, se concretó todo lo que se prometió hacer.
Ahora, aparentemente, quieren sancionar una ley que prohíba en parte todo lo que se hizo dos años antes.
En cuanto al proyecto de ley en particular, me parece bien que se prohíba todo lo que trae perjuicio a los vecinos. Soy vecino y voy a continuar siéndolo. Quizás, ponga un local debajo de mi casa, pero voy a seguir viviendo arriba. Es decir, voy a ser vecino y voy a tener un local, si Dios quiere. O sea, puedo hablar con propiedad, ya que no soy un extraño. Hace 23 años que estoy en el barrio".
Luego Alejandra Rodríguez, que utilizó el turno de Mauricio Carini. declaró ser vecina de Las Cañitas desde hace aproximadamente 15 años.
"Tengo un local debajo de mi casa, sobre la calle Arguibel, muy cerquita de Báez. A lo largo de todos estos años los vecinos fuimos padeciendo las consecuencias de un descontrol que se fue produciendo por la habilitación indiscriminada de locales gastronómicos y nocturnos en el barrio. Digo “descontrol” porque así se publicó en el diario La Nación en una nota cuyo título era “Descontrol en Las Cañitas”. Ustedes creerán que fue el año pasado; esto fue en marzo de 1999. O sea que el tema de Las Cañitas no es nuevo. Lo que pasa es que venimos bregando y peleando porque se controle la basura, los ruidos, los autos. Durante todos estos años reclamamos por esto en forma individual o en forma más organizada cuando hubo asambleas barriales.
Por eso nos parece que este proyecto es acertado. En el barrio ya tenemos cerca de 50 restoranes en sólo 4 manzanas. Con lo cual, si tenemos en cuenta que se trata de un barrio zonificado como R2B1 –residencial de baja densidad–, me parece que cualquier urbanista de cualquier nacionalidad o tendencia aseguraría que ya se ha saturado ampliamente la necesidad de comercios o actividades complementarias en el barrio, que sigue siendo un barrio residencial. Por eso es que tiene una mención especial en este cuadro de usos, porque la instalación indiscriminada de locales comerciales –tanto en Las Cañitas como anteriormente en Palermo Hollywood– generó esta saturación. Lo que significa que no hay posibilidades reales y concretas de resolver la recolección de residuos ante tantos locales. "
" Es más, hay un dictamen de la Dirección General de Interpretación Urbanística firmado en 2010 –este dictamen lo tiene la comisión porque presentamos toda la documentación– en el que los peritos de la DGIUR consideraron que la zona estaba saturada. Inclusive, ellos en este dictamen aconsejan que se detenga ya la habilitación de este tipo de comercios gastronómicos y de diversión nocturna en el barrio. Por eso creemos que tiene que ser aprobado este proyecto"
Posteriormente, fue el turno de la señora Bruno, vecina desde el año 1984, que vive entre Mute, Lupita y Mona.
"Voy a exponer un poco cómo es vivir en Las Cañitas, cómo convivimos los vecinos del barrio con algo tan incompatible con un barrio residencial, donde en pocas manzanas se encuentran cerca de 50 bares y restaurantes, cosa impensable en cualquier ciudad del mundo.
Un vecino preguntaba por qué no permitir la instalación de bares. Lo que sucede es que, a altas horas de la noche, los bares se transforman casi en boliches bailables. Esa es una de las razones por las cuales se debe frenar este tipo de comercios. La música que pasan es electrónica, como la que se escucha en los boliches. Además, usurpan el espacio público abriendo sus puertas de par en par. Las veredas pasan a ser parte del bar, porque no sólo hay mesas y sillas, sino también parantes, toldos y estufas, es decir, todo tipo de cosas prohibidas que hacen imposible transitar por el barrio.
Estos comercios están abiertos hasta las 5 de la mañana, con este tipo de música. Por lo tanto, los vecinos debemos dormir con tapones de silicona y los adolescentes con MP4. Además, debemos insonorizar nuestras casas con ventanales de doble vidrio. Es imposible vivir así".
El siguiente expositor, fue Federico Kelly y vive en el barrio desde el año 1998, en Arce al 200.
"La verdad es que ya se ha dicho casi todo, pero quisiera dar mi enfoque de arquitecto y de conocedor de algunas cuestiones del Código de Planeamiento Urbano, con el cual estoy bastante familiarizado. Quisiera referirme a ciertas cuestiones que deberían cumplirse y no se cumplen.
En nuestro peregrinaje inicial ¬–una vez que nos organizamos y conformamos este grupo–, recorrimos varias dependencias y visitamos a funcionarios y les explicamos nuestros problemas. Hemos visto a gente de las áreas de Habilitaciones y Planeamiento y nos hemos reunido con personal del CoPUA –Consejo del Plan Urbano Ambiental. "
Agregó luego "Es importante decir lo siguiente: no estamos impulsando que los que están se vayan, pero sí que los que están y hacen las cosas mal, las empiecen a hacer bien. Estamos impulsando que, de alguna manera, se pare con esto.
La historia empezó en el año 2004, cuando se firmó una acordada con el Consejo del Plan Urbano Ambiental, que es el organismo experto que funciona con el Gobierno de la Ciudad y que da sus opiniones acerca de las políticas urbanas de zonas en particular. En ese momento, el mismo Consejo admitió en un dictamen que la zona de Las Cañitas ya estaba saturada y que era necesario tener nuevos criterios de aplicación para regular esta saturación que se estaba viviendo en el barrio. Estoy hablando del año 2004".
Sin embargo " al poco tiempo nos enteramos, sin que se nos consultara previamente, que nuestro barrio se estaba transformando en un polo de diversión nocturna, en un área gastronómica, en mejoramiento en torno a Las Cañitas, o como se lo quiera llamar".
También participó el señor Albano, propietario de un departamento en Soldado de la Independencia 520, quinto piso, pero concurrente asiduo al lugar.
En un párrafo de su alocución afirmó: "Creo que el problema es la seguridad. Yo nací cerca de Las Cañitas, tengo más de 60 años, conozco el barrio perfectamente y era terrible. Hoy Las Cañitas es algo maravilloso. Con respecto a las propiedades, ahora pasan a valer de 10 a 200. Quizás a la persona que esté afectada por el ruido le vale menos la propiedad, pero la valuación de las propiedades, en general, han aumentado terriblemente. Las Cañitas es otra cosa.
Entonces, pongámosle coto a todo lo que sea música, comidas, lo que trae basura y aquellos que están en fraude a la habilitación, poniendo un párrafo que diga que se dejará sin efecto la habilitación. Eso se tiene que lograr. Me parece que es lo que corresponde para hacer algo razonable; porque, si no, se va a producir lo que se llama un monopolio. El monopolio en todos lados es terrible. Hoy se está luchando contra el monopolio de la prensa y contra otros. Entonces, hay dos heladerías y no queremos más heladerías.
En este caso, le contesto a la señora que fue más efusiva en este tema. Me entero por los vecinos que alquila un comercio; entonces, haz lo que yo digo, más no lo que yo hago.".
A su turno, el legislador Sergio Abrevaya, como autor del proyecto, afirmó:" ¿En la Ciudad de Buenos Aires nos interesa que esa zona siga siendo residencial? Sí. A la ciudad le interesa que siga siendo residencial. Le interesa que siga el comercio –no prohibirlo– y también le interesa que siga siendo una zona residencial. Para que siga siendo residencial, debe tener un límite.
Esta norma tiene que ver con eso. No es una prohibición a lo que existe, sino que es una prohibición a que continúe. Se trata de una búsqueda de que funcionen las limitaciones. Todos sabemos que cuando se habilita se dice: “sí, sí”, pero cuando caminás por la vereda no podés pasar, te ponen los toldos. Y esto ocurre en toda la ciudad. No acuso que ocurra solamente en Las Cañitas, sino que lo digo a nivel general. Es un problema. Y es más, en muchos casos, los dueños de los comercios se enojan cuando les decís: “no podés tener una puerta en la vereda, que me inhabilita a pasar”. Ni hablar cuando tienen que pasar madres con chicos.
Esta situación de connivencia debe ser regulada. No puede no ser regulada. Esta ley apunta a esto. Insisto, no apunta a prohibir; sí apunta a que continúen quienes están, porque ya están. Y en ese sentido, no tendría por qué no ocurrir. Sí apunta a frenar ese crecimiento. Por lo tanto, debemos encontrar un equilibrio que hace que exista el comercio –esta ley lo permite, sólo que lo frena– y que permita que se siga viviendo en la Ciudad."
Para finalizar, emitió su opinión el Defensor Adjunto Gomez Coronado, quien lo hizo en el marco de una actuación, que fue la 5784 del año 2009, impulsada por los vecinos de la zona de Las Cañitas. "Ellos estaban preocupados por cómo se les estaba afectando su calidad de vida debido a la proliferación y al mal uso que había de los comercios en la zona, en el entendimiento de que esta problemática tenía dos aristas. Una tenía que ver con el mal funcionamiento de la parte de inspecciones y habilitaciones en el Gobierno de la Ciudad. Pero también tenía otra arista, que es la arista normativa. Indudablemente, la ley vigente no contemplaba la realidad imperante en esa zona del barrio de Palermo.
En función de este carácter normativo, vengo a esta Audiencia para expresar nuestro beneplácito y el apoyo a esta ley con sanción inicial, que regula los usos de esta zona de la ciudad.", conluyó el Defensor.

   
Informes: elvocerodiario@tutopia.com | teléfono: 4773- 0445 / 4775-6030 / 15-3167- 5120
Permitida la reproducción total o parcial con expresa mención de la fuente y link a nuestra publicación
El Vocero Porteño - 2011 - Todos los derechos reservados