DolarHoy.com

Google

 
 
     
 
 
     
 
 

TRAGAMONEDAS: la estafa cotidiana.

Una recorrida por algunos de los principales recintos de slots de la ciudad y el conurbano, permitió detectar la indisimulable frustración que sienten aquellos, que otrora atraídos por la posibilidad de triunfo que brindaron las máquinas tragamonedas, hoy sienten una sensación de estafa generalizada.
Ello, es debido a que, los pecesitos de colores que habitualmente eran posible de obtener en cualquiera de la máquina elegida, hoy ya no están. O si lo está, es tan disímil la ocurrencia de ganancias, que los habitués, sienten esa sensación de sentirse estafado.
Si bien, debe aceptarse que el azar es el factor principal de la posibilidad de triunfo, ese mismo azar - surgido de la programación de los expertos para juego - ha ido desapareciendo con el correr de los meses.
Los jugadores aceptan, el dicho casi axiomático que para ganar hay que encontrar a la máquina apropiada en el momento apropiado; pero reniegan de las fuertes iinversiones que hay que hacer, para ver si se tiene esa remota posibilidad.
Dicen, los jugadores, que antes con mucho menos dinero depositado en las fauces de las hambrientas y ,permanentemente, insatisfechas tragaperras, las posibilidades del disfrute de la obtención de un bono o el pago de algún premio satisfactorio, era más frecuuente.
En cambio, por estos días, las posibilidades de regresar a casa, con algún centavo, suelen ser inexistentes.
Además de los testimonios de los decepcionados jugadores - muchos de ellos, en el nivel de compulsivo, como obra de la adicción que generan estos juegos; sirven los relatos de los taxistas que recogen los despojos de los jugadores, al final de cada jornada lúdica.
Algunos relatan los traslados ida y vuelta a la casa del jugador para volver con más dinero; otros de los comentarios de los apotadores en los cuales manifiestan la`pérdida de los sueldos, o los dineros prestados o la venta de dólares.
Y éste, es otro aspecto en el cual las autoridades miran para otro lado.
La existencia de dependencia de bancos para el cambio de moneda extranjera más el funcionamiento de cajeros automáticos en los recintos de slots, no hacen más que avivar el fuego en el cual desespèrados los apostadores queman más y más dinero, en beneficio de los empresarios del juego.
Más aún, si se tiene en cuenta, que estos recintos hoy están al alcance de cualquiera que quiera concurrir, en una Ciudad que debiera tener un perfil comercial y productivo y en la cual los casinos tecnológicos pulalan como en los mejores centros de veraneos.
En síntesis, además de sentirse defraudados, por lo que estiman un fuerte recorte en las posibilidades de triunfo, los jugadores - a esta altura, muchos reuniendo las características de los compulsivos -, sienten como el desamparo oficial se manifiesta ante la voracidad empresarial.

 
   
   
 
 
   
 
 
 
Informes: elvocerodiario@tutopia.com | teléfono: 4773- 0445 / 4775-6030 / 15-3167- 5120
Permitida la reproducción total o parcial con expresa mención de la fuente y link a nuestra publicación
El Vocero Porteño - 2011 - Todos los derechos reservados