Durante los próximos diez meses nuestra Ciudad irá incorporando nuevos elementos que conformarán la demorada renovación del mobiliario urbano, que se llevará a cabo mediante la ejecución de un nuevo contrato -que estuvo objetado en la Justicia con la consecuente demora- y por el cual las empresa concesionarias comenzaron a instalar los flamantes dispositivos, de cuyas características damos algunas imágenes.
Modernizar el mobiliario urbano fue una de las prioridades dentro del Espacio Público que el gobierno macrista pretende concretar.
De acuerdo con el plan del Ministerio y Espacio Público se trata de aggiornar a la Ciudad a las necesidades urbanas actuales.
Un total de 25.974 elementos serán instalados, provocando una renovación que era imperiosa y donde se contemplaron todas las requisitorias actuales.
Se buscó comodidad, resistencia, mantenimiento, inclusión y diseño. Todos estos requerimientos -esenciales- fueron tenidos en cuenta por las tres empresas concesionarias ganadoras del proceso de licitación pública oportunamente convocado.
Bajo estos conceptos, fueron confeccionados los nuevos refugios de colectivos, paradas de taxis y colectivos, nomenclaturas de las calles y soportes de publicidad e información vial. Todos poseen un nuevo diseño, pensado en su durabilidad y manteniendo la característica estética porteña.
Ya no se verán los refugios de colectivos color ocre con laterales acrílicos que admiten publicidad en su interior, habituales presas del vandalismo. Uno por uno irán siendo retirados y reemplazados por estructuras con paredes y techo de vidrio antivandálico, que no serán cubiertas por publicidad y, por lo tanto, el pasajero podrá tener contacto permanente con lo que ocurre alrededor.
Dentro del mismo concepto, los habrá de diferentes superficies con asientos de madera.
La publicidad quedará relegada a otro dispositivo que acompañará a los refugios más grandes: pantallas transiluminadas, y en algunos casos con un tablero LED, una especie de rectángulos anexos a los refugios.
Los postes que marcan paradas de colectivos también serán distintos. Se unificarán en el color negro y presentarán distintos modelos.
También habrá una variedad que no llevará poste, ya que el cartel con la información irá amurado a la pared. Algunos carteles indicadores de calle (o nomencladores) también irán adosados a muros perpendicularmente, a diferencia de los históricos azules adheridos en paralelo. También se conservará el tradicional modelo de pantalla publicitaria verde que se ubican cerca de los cordones de las veredas.
En un avance hacia una ciudad para todos, refugios y paradas tendrán brazaletes en braille y parlantes con información para ciegos.
Al estilo de ciertas ciudades extranjeras, la ciudad sumará pescantes fácilmente visibles, colgados de la parte superior de los semáforos, con el nombre de las calles que se cruzan
L
