Coronavirus y el sistema de salud privado
as prepagas y obras sociales temen que un desborde de contagios en la Provincia colapse las plazas en la Ciudad. Además hay tensión con el sistema de salud privado ante la posibilidad de que el estado decida internar pacientes sin cobertura en clínicas y sanatorios.
El aumento de contagios en el AMBA, que en los últimas jornadas superó a los dos mil infectados diarios encendió las señales de alarma en el sistema de salud. Si la tendencia se mantiene existe la posibilidad de que desde la Provincia, los pacientes viajen a la Ciudad para internarse.
Al menos 34 profesionales infectados por Coronavirus en un sanatorio porteño
Se supone que salvo excepciones en el distrito capitalino hay mejor tecnología y hotelería tanto en el ámbito público como privado. Por eso clínicas y sanatorios porteños comenzaron a recibir cada vez más pacientes de Provincia.
En el sector público el 30% de la ocupación corresponde a personas que llegaron desde el conurbano. En los privados el número sería similar y las prepagas temen no dar abasto en caso de un recrudecimiento de la situación.
En la Ciudad se estima que el 82% de los vecinos está asociado a alguna prepaga u obra social. El gran problema con las camas de terapia es que los ciclos de internación pueden llevar de 20 a 24 días. Eso implica al menos dos ciclos de contagios antes de poder liberarlas.
La semana pasada hubo una reunión entre funcionarios porteños y directivos de prepagas y obras sociales que no terminó de la mejor manera. Desde el gobierno plantearon la posibilidad de utilizar plazas privadas en caso de que colapsen las 4530 camas de hospitales porteños. Pero los privados resisten que les deriven pacientes sin cobertura.
«Se llenaron de plata en los últimos años. Ninguna va a quebrar por tener que atender pacientes sin cobertura. Imagínate que cada vez que hay un siniestro vial, el traslado y la atención primaria corre por cuenta de la Ciudad. Tal vez hay que empezar a facturarlo», amenazó un funcionario porteño.
Los privados temen una ola de juicios en caso de que no tengan lugar para atender a sus afiliados, que en algunos casos pagan más de 20 mil pesos por mes por carnet. «Si en algún momento llega a pasar que no tienen camas se van a comer un juicio enorme, la gente quiere que le salven la vida, pero con buena hotelería», ironizó un dirigente larretista.
Por el momento la Ciudad informó que están ocupadas 193 plazas de terapia intensiva, casi la mitad del total. Además son 703 los pacientes que requieren internación hospitalaria y 2668 los leves que pueden permanecer aislados pero sin asistencia