Pronostico del dolar a fín de año
La proyecciones económicas para la Argentina este 2020 eran poco optimistas antes de la pandemia y recrudecieron hasta llegar en algunos casos a una caída mayor al 10%, como estima por ejemplo, FIEL que esta semana corrigió sus proyecciones del PBI al 12,5% con un rebote estadístico del 3,8% el año próximo.
En cambio, para la consultora EcoGo, las estimaciones son algo más benévolas con una caída del 9,5% del PBI siempre y cuando el mundo enfrente solamente una oleada de esta pandemia y no haya que hacer frente a una nueva ronda de cuarentenas masivas a lo largo de todo el planeta, lo que podría agravar un 25% más los pronósticos, como advirtió la OCDE.´
Estas proyecciones también contemplan que la negociación de la deuda externa con los acreedores se estire en el tiempo, tal y como explicaron sus directores, Federico Furiase y Martín Vauthier días atrás en un seminario online organizado por el Banco Piano. De esta forma, aunque la reestructuración se demore, los economistas entienden que el riesgo país seguirá en baja y cerrará en torno a los 1600 puntos básicos a fin de año, es decir, en una zona que no le permita al país volver a los mercados voluntarios de deuda, pero un 37% menos que en la actualidad.
En 2021, esta variable seguirá en caída hasta los 1000 puntos básicos, proyectaron aunque aclararon que «En Argentina si estimar 2020 ya es complicado, 2021 es más que largo plazo». De esta forma, tampoco el año próximo la economía podría conseguir financiamiento externo. Así y todo, los especialistas coinciden en que se verá un rebote estadístico que permita al PBI recuperarse 5,3%. En otras palabras, al término de 2021, el nivel de actividad será 4,7% peor que a fines de 2019.
Por estas dificultades y la fuerte emisión monetaria necesaria para financiar 7,9% de déficit fiscal total, consideran que la pulseada entre el Banco Central y el tipo de cambio, la terminará ganando el dólar paralelo. Por eso, para Eco Go, el dólar oficial se irá corriendo hasta llegar a los $91 a fin de año, y el contado con liquidación se irá a los $146.
Una advertencia similar lanzó esta semana el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), el think tank de la banca internacional con un estudio que revela que el 63% de las veces en los últimos 27 episodios mundiales de desdoblamiento cambiario, la brecha cambiaria terminó marcándole el paso al tipo de cambio oficial. La advertencia, estaba principalmente dirigida a Argentina y al Líbano, cuyo Banco Central fue incendiado por manifestantes días antes precisamente en protestas por la devaluación de la moneda.
Precisamente con el cepo sobre las importaciones y los nuevos controles a los movimientos bursátiles, el Banco Central busca mantener el contado con liquidación a raya, pero los economistas creen que esto no va a evitar que suba otro 40% de acá a fin de año. Precisamente, la expectativa de una devaluación es lo que está dinamizando la demanda de activos dollar-linked (como los que colocó San Miguel esta semana o los que emitió YPF dos semanas atrás) y de Cedears.
Es que, para los precios se espera que en la segunda mitad del año suban el doble de lo que subieron hasta ahora. Con 11,1% acumulado hasta mayo y algo más de 2% de expectativas para junio, en los primeros seis meses el acumulado se ubicaría en torno al 13,5%, mientras que de julio a diciembre los precios treparían prácticamente el 30%. Así se llega a un 48% en todo el 2020 que proyecta Eco Go.
Algo más optimista en este sentido es la consultora Analytica, cuyo último pronóstico ubica a la inflación para este año entre 40% y 45%. «Dos meses consecutivos por debajo de 2% es un panorama que difícilmente pueda sostenerse en el segundo semestre, donde la inflación promedio superaría el 3% mensual hasta fin de año», señaló en un informe.
«En concreto, se espera una devaluación del tipo de cambio oficial y un sinceramiento en los precios regulados. De verificarse este escenario, la inflación se ubicaría por encima del 3% mensual, incluso si el ajuste fuese gradual», detalló la consultora de Ricardo Delgado y Rodrigo Álvarez porque, a diferencia de otros períodos, el Banco Central no cuenta con reservas suficientes como para sostener el tipo de cambio ni el Tesoro contará con recursos para seguir subsidiando las tarifas y el transporte para el último trimestre del año.