Divorcios, el tsunami que se viene
Para el amor no hay tapaboca. No hay Ministerio de Relaciones. Ni hay partes diarios de cuántas parejas siguen juntas, cuántas se separaron o cuántas están «en terapia intensiva«. Según la creencia popular, las relaciones -las de dos personas- pasan por una fuerte crisis en el séptimo año. Quizás la «comezón» ahora sea «a los 100 días de cuarentena».
En tiempos de coronavirus, en la mayoría de las jurisdicciones los juzgados únicamente funcionan con habilitación de feria. Eso se traduce, por ejemplo, en que desde marzo a junio sólo hubo 341 divorcios registrados en la Ciudad, cuando en el mismo período de 2019 la cifra ascendió a 2.094. Pero es una cuestión de «trabas» judiciales. Tanto jueces de Familia, como abogados y psicólogos entrevistados por Clarín coinciden en que habrá un boom de separaciones pos aislamiento.
¿La de Marcelo Tinelli y Guillermina Valdés es la punta del iceberg de los vínculos amorosos en cuarentena? A la «experta en divorcios» Ana Rosenfeld -que estuvo en todas las divisiones de bienes del conductor del Bailando-, la llamaron «más mujeres que antes de la cuarentena». Las estadísticas en Tribunales también marcan que muchas más parejas no planean seguir a flote.
«La cuarentena fue el detonante para tomar estas decisiones. No todo el mundo tenía en mente separarse o divorciarse. Pero la convivencia, las 24 horas, los 7 días de la semana… algo produjo. Este freno en la rutina hizo que muchos se pongan a pensar cómo continúan sus vidas. Varias personas se inclinaron por el ‘pucha, la vida es una sola’. O ‘si salgo de esta quiero vivirla con todo’. Y a lo mejor quien tienen al lado no es la persona elegida. Antes, las crisis de pareja se daban en números redondos: a los 40, a los 60 años, y los hombres quizá querían salir con alguien 20 años menos. Hoy la pandemia fue una crisis vincular, más allá de la edad», señala Rosenfeld a Clarín.
Según un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires publicado a mediados de junio, las parejas también se vieron perjudicadas por la cuarentena: hay más peleas y menos intimidad. Y las mujeres, a los 80 días de aislamiento, se sintieron más afectadas que los hombres.
¿Es una buena época para divorciarse? En el caso de grandes empresarios o empresarias, «no es lo ideal», detalla la vecina de Tinelli en la Torre Le Parc. Tampoco para quienes están varios pisos abajo de ese poder adquisitivo.
«No es lo mismo recibir la mitad de mucho, como antes, que hora estar viendo el concurso de acreedores, quiebra o cierre del negocio (según cada billetera) que llevaste adelante con otra persona durante tantos años. Imaginate si la pareja era con un gastronómico término medio o la dueña de una pyme», apunta la abogada.
Pero, además, con el aislamiento social, preventivo y obligatorio, no es «un trámite express» como antes lograr divorciarse. Y un punto caliente son los convivientes -como es el caso de Tinelli y Guillermina, una relación de 8 años sin libreta roja y con un hijo- que sólo tienen 6 meses para exigir legalmente en lo económico, a partir del día 1 de la separación de hecho.
«Como estamos dentro de los organismos que prestan actividades esenciales, se continúa inscribiendo los divorcios que ingresan por ya sea en formato papel o electrónico. Y eso último depende de si el juzgado interviniente utiliza la plataforma DEOX (Diligenciamiento Electrónico de Oficios a Organismos Externos, exclusivo para gestionar comunicaciones en los procesos judiciales) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a la cual este hemos adherido hace más de un año», detalla a Clarín Facundo Bargallo, director general del Registro Civil porteño. Así se explica por qué se inscribieron en la Ciudad seis veces menos divorcios que en 2019.
Cuando el divorcio es «de común acuerdo» no hay mayores inconvenientes. En su gran mayoría fueron iniciados en estos meses de aislamiento con una propuesta consensuada entre ambas partes, por lo que el trámite judicial es simple. Previa intervención del Defensor/a de Menores en caso de existir acuerdos relativos a hijos menores de edad, se dicta la sentencia, las partes se notifican y luego se inscribe la sentencia en el registro traves del sistema electrónico.
Divorcio por WhatsApp
Cuando sólo uno quiere divorciarse, se complica. El sistema judicial impone el ciclo de pedir el divorcio-presentar una propuesta a quien fuera la ex pareja para dividir lo que se tiene en común-esperar aceptación/rechazo o, a su vez, que la otra parte formule su propia propuesta.
«Habitualmente esta notificación se realiza por medio de una cédula (en papel, a través de un oficial notificador). En este contexto particular, en algunos casos se ha habilitado la notificación por medio de WhatsApp, siempre que se tenga cierta certeza de que el celular corresponda a la persona a quien se intenta notificar. Se flexibilizó también el plazo para que la parte que no inició el proceso pueda dar respuesta y, en su caso, formular su regulación. Porque tiene que contar con el asesoramiento de un abogado y presentarse en el expediente con su patrocinio letrado, eso es lo que puede tener alguna dificultad en pandemia», explica Gabriela Vero, jueza nacional de Familia de la Ciudad.
En cualquiera de los casos, debe remitirse la demanda, la propuesta, la documentación que se acompañe y lo decidido por el juzgado. Pero, independientemente de la cuestión patrimonial, lo que sale sí o sí, cuando se notifica, es el divorcio. Aún en cuarentena.
José Cárdenas es abogado especialista en Derecho de Familia y aclara por qué en WhatsApp no alcanza con las tildes azules. «Porque hay que asegurar la notificación y el derecho de defensa, por lo que ese trámite puede variar según el Juzgado, que decide la habilitación de feria (si le da trámite) o no. Pero quien recibe la notificación no puede oponerse al divorcio, sólo contesta. Con su contestación, el juez dicta la sentencia y se notifica, ahora sí, digitalmente», sostiene.
Rosenfeld dice que ninguno de los hombres a los que les escribió por WhatsApp -porque el mensaje, un PDF a modo de plantilla, que no puede modificarse, debe ser enviado por los abogados- «pudo dársela de no notificado». Es que se pide manifestación (a modo de declaración) de que el número pertenece a la otra parte o se certifica llamando a ese número, y se acredita con captura de pantalla de número, archivos enviados y recepción.
El pico de los divorcios
Desde mediados de abril hasta hoy, en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil se iniciaron 260 divorcios. Y entre el 11 de mayo y el 5 de junio, 112 fueron por mail. «La cifra de inicios en la actualidad no está actualizada aún, pero estoy convencida de que se ha incrementado», dice Myriam Cataldi, jueza nacional de Familia porteña.
Entonces, ¿el pico de divorcios se dará después, de golpe, porque la gente se quiere separar y porque será más fácil hacerlo? Para Gabriel Cartaña, psicólogo experto en parejas, lo único claro es el deseo de separarse pos aislamiento.
«Va a haber un boom de separaciones. Pero hay dos tipos de parejas. Las parejas que conviven, y que tal vez están desgastando la relación porque antes sólo estaban unas horas juntos. Las que no conviven, en cambio, se separarán porque venían mal pero creían que no podían lidiar con la ausencia de la otra persona, la cuarentena las obligó a estar separadas y se dieron cuenta de que sí pueden», afirma. Mientras, la Justicia fue aceitando el camino para que las separaciones sean más fáciles a medida que se iba extendiendo el aislamiento.
«El fuero de Familia en la Provincia prácticamente está trabajando con normalidad. Nos digitalizamos antes que la Ciudad. Y en pandemia esto ayudó mucho. El Código Civil prevé la existencia de una audiencia conciliatoria, sí. Pero el trámite se hace igual. Incluso si ambas partes no se ponen de acuerdo con la propuesta que cada uno hace, la sentencia se saca igual: hay divorcio. Es lo que quiere la gente y, además, los abogados necesitan la sentencia para cobrar sus honorarios», detalla Estela Morano, jueza de Familia en Provincia.
Su juzgado, el Nº2 de Lanús, tiene apenas cinco años. Por eso, a diferencia de lo que pasa en Tribunales, ella camina por pasillos que no están plagados de archivos descascarados por la humedad. El 50% de las causas entran directamente en formato digital. Eso, en tiempos de coronavirus, marca la diferencia. También en divorcios.
De hecho, la receptoría en la mayoría de los juzgados bonaerenses recién se abrió la semana pasada. Pero las solicitudes «entraban» igual. Online. El procedimiento es el mismo que en Capital. Pero, además, en el juzgado de Lanús, que abarca una gran cantidad de fueros, también se habilitó la «oficina de mandamientos para trámites urgentes«. Desde ahí se hacen las diligencias «físicas» de los jueces a las partes que no se puedan ubicar desde el celular.
«Como no todos tienen por qué tener un smartphone para recibir un WhatsApp y la otra parte tampoco tiene que quedar a la espera de que alguien se dé por notificado, siempre que la urgencia lo amerite, y así se decida, se puede hacer la notificación en el domicilio», explica Morano.
¿Cuáles son esos casos? Para fijar una cuota de alimentos para niños, niñas o adolescentes, que es de carácter inmediato, sí se puede hacer por WhatsApp. No así si hay una demanda entre padres. Eso deberá resolverse de manera presencial.
Hace cuestión de días que la Justicia provincial habilitó la posibilidad de usar Microsoft Team para que se realicen las audiencias conciliatorias pre-divorcio. Al cierre de esta nota, aún no sucedió. El divorcio (por ahora) no es por Zoom. Pero puede llegar por WhatsApp.