Fábrica de pesos al 100% de producción
La expansión monetaria en la Argentina está llegando a niveles récord en medio de una fuerte caída de la recaudación lo que, básicamente, se está solucionando con emisión.
Luego de la suspensión del billete de $5.000, que ya estaba en proceso de producción y que contaba con diseño aprobado por la Casa Rosada, el Gobierno a través del Banco Central decidió concentrarse en las denominaciones actuales lo que significó incrementar la producción de billetes de los de mayor denominación, de $200, $500 y $1.000.
Al pedido de cotización y compra de los billetes de $500, se le sume otro más por una tanda de fabricación importada de los de 1.000 pesos. La intención era que se hagan en Brasil ya que existe un acuerdo entre ambos países en donde no hace falta llevar adelante una licitación
El problema con el que se encontró es que las plantas de la Casa de la Moneda ya están en su máxima capacidad operativa, por lo que para poder cubrir la cantidad de billetes que reclamó el Banco Central el Gobierno autorizó un llamado de licitación internacional algo que encarece la producción del billete.
Mediante la Licitación 530 publicada el 7 de julio, la Casa de la Moneda Sociedad del Estado lanzó el llamado internacional y nacional para la fabricación de 250 millones de billetes terminados de 500 pesos. El llamado establece que, en el caso de que sean Casas de la Moneda del exterior las que ganen la compulsa, se deberá hacer la presentación teniendo en cuenta el costo entregado en el Puerto de Buenos Aires o en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Lo más seguro es que quien termine fabricando los billetes que llevan la figura de un yaguareté y que fue presentado el 29 de junio de 2016 como el de mayor denominación de la familia de papeles locales bajo la gestión de Federico Sturzenegger, sea fabricado en el exterior porque no hay imprentas en la Argentina que puedan hacer la cantidad que está solicitando la empresa del Estado argentino. La única planta que podría fabricarlo es la de la ex Ciccone Calcográfica que hoy forma parte del complejo de la Casa de la Moneda. Tanto es así que muchos de los billetes que hoy circulan en la población tuvieron su primera etapa de fabricación en la planta de Ciccone en la zona norte del conurbano y se termina, en la de la Casa de la Moneda, en la zona de Retiro.
Asimismo, se establece un cronograma en el que se detalla que para el 26 de agosto se tienen que entregar 100 millones de billetes, para el 25 de septiembre la misma cantidad y para el 15 de octubre los 50 millones de billetes restantes con la imagen del yaguareté.
El pago de la operación se realizará el 100% a los 70 días de recibida la mercadería y con transferencia bancaria.
Se especula con la intención del Gobierno es que, al pedido de cotización y compra de los billetes de $500, se le sume otro más por una tanda de fabricación importada de los de 1.000 pesos. La intención era que se hagan en Brasil ya que existe un acuerdo entre ambos países en donde no hace falta llevar adelante una licitación.
Sin embargo, fuentes del Gobierno le explicaron a Infobae que por el momento eso no será necesario porque la Casa de la Moneda está trabajando “normalmente”. “La imprenta de la Casa de la Moneda están a su máxima capacidad imprimiendo billetes de $1.000 y de $200, por ahora no hace falta realizar ningún pedido”, explicaron.
El modelo de este tipo de fabricación es que la Casa de la Moneda produce a pedido del Banco Central de la República Argentina. Al respecto, desde la entidad que tiene anexada a la ex Ciccone Calcográfica explicaron que “no hay ningún otro pedido” de billetes de parte de la autoridad monetaria.