Preocupación por la falta de agua
El Chocón necesita subir el nivel de sus embalses pero la provincia prioriza el agua para la población y las actividades productivas. La tensión entre Cammesa y el organismo que administra las cuencas.
La escasez de recursos hídricos como consecuencia de la sequía histórica que vive el país, impuso un racionamiento que puso en una situación límite a las represas.
El conflicto es simple: los gobierno provinciales están priorizando el uso residencial del agua para abastecer a su población y las producciones locales, postergando la demanda de las generadoras hidroeléctricas que abastecen de energía al país. Una situación de consecuencias graves por donde se la mire.
La sequía histórica ya provocó que las dos principales cuencas del país, Paraná y Comahue, atraviesan un cuadro de estrés hídrico alarmante.
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La zona patagónica se encuentra en emergencia hídrica declarada por el gobierno a través de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) órgano de aplicación constituido por la administración nacional y las provincias comprometidas.
El conflicto es simple: los gobierno provinciales están priorizando el uso residencial del agua para abastecer a su población y las producciones locales, postergando la demanda de las generadoras hidroeléctricas que abastecen de energía al país.
La gran bajante del caudal se evidencia en El Chocón, provincia de Neuquén. La represa tiene un embalse de 80 kilómetros cuadrados y está a casi 9 metros por debajo de su nivel máximo.
En la división de tareas, la optimizacion posible ante la fenomenal merma del caudal del agua del embalse la gestión es de Cammesa y después la controla el AIC.
Si el controlador observa que Cammesa está erogando caudales demás para las represas, le ordena que erogue más caudal para abastecer el riego, por ejemplo. También le puede decir que eroguen menos porque hay que cuidar el agua. Esa potestad es de AIC, por lo tanto, las provincias tienen la última palabra sobre el agua.
Fue el representante de la Autoridad Interjurisdiccional de cuencas (AIC) por la provincia de Neuquén, Elias Sapag, quien llamó severamente la atención de «aquellos responsables de las concesiones a los efectos de sentarnos en una mesa a discutir de qué es lo que queremos de las hidroeléctricas y que vamos a administrar».
La empresa que maneja la represa neuquina es Generación El Chocón anteriormente conocida como Hidroeléctrica El Chocón. La concesión fue otorgada en en 1993 por el término de 30 años y hoy está en manos de la multinacional italiana Enel.
Sectores políticos de Neuquén están decididos a dar una discusión mayor, de esas que rozan altos intereses desde hace décadas: la restitución de las concesiones de hidroeléctricas a manos de los gobiernos provinciales.
En la Argentina Enel participa en todos los eslabones de la cadena del sector: en generación con Costanera, Central Dock Sud y Enel Green Power Argentina; con Edesur en Distribución y con TESA, CTM y Yacylec en Transporte. Desde 1999 cotiza en la Bolsa de Milán
Bajo el efecto pinza de la demanda de Cammesa por una lado y las restricciones de AIC por el otro, las operadoras de las represas, cuyas concesiones están pronto a vencerse, deben acatar la disposición de generar lo mínimo. El recurso hídrico deben garantizarse primero el consumo en las ciudades, para la industria y para el riego productivo.
Pero detrás de esta crisis, se habla de una posición muy fuerte de sectores políticos de la oposición en Neuquén, que parecen decididos a dar una discusión mayor, de esas que rozan altos intereses desde hace décadas: la restitución de las concesiones de hidroeléctricas a manos de los gobiernos provinciales.
Se entiende el interés, el recurso hídrico no solo es vital para el consumo local o la generación de electricidad, sino también como insumo esencial para el desarrollo de Vaca Muerta