Crecen las estafas virtuales
Día a día crece el número de personas que se ven damnificadas por estafas virtuales a través de algunas plataformas como WhatsApp, que se ha convertido en un canal más que atractivo para este tipo de delincuentes.
Precisamente, en este tipo de fraude los ciberdelincuentes se hacen pasar por conocidos de la víctima y le piden ayuda financiera debido a que «necesitan pagar urgentemente una factura elevada» o «tienen una emergencia y necesitan algo de dinero ya».
Los delincuentes especulan con que las victimas actuarán en forma inmediata, por lo que este tipo de fraude se denomina «la estafa de la emergencia familiar».
Por lo general los montos involucrados son relativamente importantes y la mayoría de las víctimas son mayores de 50 años.
En la mayoría de casos, el número de teléfono usado por el delincuente para realizar el fraude por WhatsApp es un número desconocido para la víctima, pero la foto de perfil es familiar.
Por ello, la víctima cree que él o ella está en efecto comunicándose con un amigo o familiar. Sin embargo, los delincuentes pueden copiar fácilmente una foto desde otras redes sociales, como Facebook o Instagram.
Lo mismo se puede aplicar a otra información que pueden usar para engañar a la víctima. Como el vocabulario que suelen usar, o ciertas cosas que la persona haya publicado en línea («Debería haberte pedido ayuda ayer cuando estábamos en el bar…»).
Pero esta artimaña no es la única, ya que recientemente comenzó a aumentar una forma aún más engañosa de fraude en WhatsApp, conocida como el robo de cuentas, por el cual los estafadores toman el control de cuentas reales.
En este caso, debido a que el estafador está usando la cuenta real de un amigo, su pedido de dinero es más creíble para la víctima.
La forma en que actúa el ciberdelincuente es la siguiente:
1. Obtiene el número de teléfono de su primera víctima.
2. Lo reinstala en su teléfono o en otro dispositivo.
3. Se contacta con la víctima, haciéndose pasar por un conocido.
4. Le dice que accidentalmente ha enviado su código de verificación a la víctima
5. Le pide que le dé dicho código, y una vez que lo obtiene consigue el acceso a la cuenta de WhatsApp de la víctima y a todos sus contactos.
Una vez el estafador ha obtenido el control de la cuenta de su primera víctima, estafar a los contactos de esta, e incluso tomar el control de sus cuentas, suele ser muy sencillo, ya que el estafador puede acercarse a su siguiente víctima con el nombre, imagen de perfil e incluso número de teléfono de alguien a quien la víctima conoce y confía. Esto hace que esta clase de fraude sea muy creíble, y normalmente complicado de detectar.
Este tipo de fraude empieza tomando el control de solo una cuenta y engañando a unos cuantos contactos de la víctima, pero puede incrementarse rápidamente porque la red del fraude se expande exponencialmente con cada paso, ya que cada cuenta de la que toma el control revela muchos nuevos contactos a quienes engañar para que entreguen detalles valiosos de su cuenta o dinero.
Si bien es difícil de detectar la presencia de un delito, existen señales que deberían hacer sonar las alarmas e indicar que se podría estar frente a una maniobra dolosa.
La primera de ellas es la sensación de apuro, pues los estafadores dicen estar apurados y son muy buenos consiguiendo que sus víctimas se pongan nerviosas, metiendo presión para que actúen con rapidez y paguen lo antes posible.
Otro posible escenario puede ser que un supuesto amigo o conocido se contacta, y dice que tiene un número nuevo. En el mismo mensaje, o en un mensaje enviado poco después, pide algo de dinero a una cuenta determinada.
Otra señal es cuando el estafador no quiere que se lo contacte telefónicamente, para lo cual pondrá toda una serie de excusas muy convincentes al respecto.
Otra señal es el uso de un idioma muy pobre o que difiere con el de la persona a la que se le usurpó la cuenta. Ello se debe a que suele suceder que algunos estafadores viven en el extranjero y suelen utilizar traductores en línea.
«Varios amigos me llamaron para ver que pasaba, incluso algunos de ellos le llamó la atención lo amable que era mi mensaje», afirmó una persona que logró zafar de la estafa.
En cualquier caso, es inteligente hacer una doble comprobación y ser desconfiado al responder a este tipo de solicitudes de pago.
Cómo evitar estos fraudes
• Si se recibe un mensaje pidiendo dinero, primero se debe comprobar si el número es correcto. Si de repente tiene un número nuevo y pide dinero, ello ya es sospechoso.
• Esperar un momento y comprobar el lenguaje y el estilo de comunicación del mensaje. Si es distinto de lo habitual, cuidado.
• Intentar comunicarse con la persona que pide dinero.
• Evitar la presión del estafador y mantener la calma.
• Nunca enviar un código de verificación sin preguntarle a la persona que lo solicita.
• Configurar la «autenticación de dos pasos» en WhatsApp. Si se instala la aplicación en un nuevo dispositivo, se solicitará el código de seis dígitos que se ha establecido, así como la verificación correspondiente.
En todo caso, lo más atinado para evitar este tipo de acciones delictivas es prestar atención a las señales que emiten los estafadores y actuar a la defensiva.