Centro Cultural Borges, su reapertura
Después de dos largos años en los que permaneció cerrado, el Centro Cultural Borges reabrió sus puertas con nuevos aires desde este fin de semana con una propuesta cultural que incluye doce muestras y diversos espectáculos. De la 32° Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino a la primera colección de cuadros del Museo Nacional de Bellas Artes –que tuvo su primera sede en el edificio de Galerías Pacífico–, del proyecto a cuatro manos de Luis Felipe Noé y Eduardo Stupía, o las ilustraciones de León Ferrari para el Nunca Más, a las figuras de Borges y Mercedes Sosa, es mucho lo que hay para recorrer en sus pabellones. Durante el fin de semana, los recitales de Juana Molina y de Liliana Herrero y Teresa Parodi también celebran esta reinauguración.
Se trata de una nueva etapa para el centro cultural emplazado en las Galerías Pacífico, que dejó de ser gestionado por la Fundación de las Artes luego de 26 años para pasar a la órbita del Ministerio de Cultura de la Nación. El cierre de 2020 por la situación sanitaria puso de manifiesto las falencias de su administración, que alquilaba varios de sus espacios para sustentarse. De nuevo patrimonio público, el Estado encaró las mejoras edilicias y a través de la creación de la subsecretaría de Gestión de Espacios y Proyectos Especiales del ministerio de cultura puso al Borges en línea con el Centro Cultural Kirchner y Tecnópolis.
La articulación de estos tres espacios con la nueva subsecretaría tiene como objetivo diagramar una propuesta cultural más integrada y que funcionen como piezas complementarias. “La idea es tener algunos criterios parecidos, pero no necesariamente replicar en escala las mismas líneas curatoriales. El Borges va a tener una predominancia de la fotografía y va a dialogar de forma mucho más intensiva con la ciudad de Buenos Aires. En lo musical, habrá más hincapié en una línea en relación al tango y al folklore, que son nichos más específicos”, le dijo a Infobae Cultura el director de esa dependencia oficial, Martín Bonavetti.
La fotografía será una de las expresiones predominantes del renovado espacio artístico
Bajo la dirección de Ezequiel Grimson, el Centro Cultural Borges reunirá en su vasto espacio de 9mil metros cuadrados una programación diversa en la que también tendrán lugar las exposiciones de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes y la del Palais de Glace, la futura sede del Museo de Arte Oriental, la tienda especializada del Mercado de Artesanías Tradicionales e Innovadoras Argentinas (MATRIA) y las distintas propuestas por parte de las fundaciones Jorge Luis Borges, Julio Bocca, Mercedes Sosa y Luis Felipe Noé. “Este es un lugar de mucha afluencia turística y la idea es dialogar también con ese público a través de estos puentes que son las figuras de Borges y Mercedes Sosa”, agregó el ministro de cultura de la nación, Tristán Bauer.
En el primer piso del centro cultural, los visitantes se encontrarán con la muestra Inaugurales. Sara Facio y la creación de la colección fotográfica del Bellas Artes, que presenta algunas de las primeras imágenes que ingresaron al acervo del museo gracias al trabajo de la reconocida fotógrafa. La selección homenajea la labor de Facio como gestora de ese archivo y en cierto modo remite tanto a su estilo como al universo borgeano. Además de uno de sus famosos retratos del escritor argentino, se incluyen obras de Stephen Althouse, Manuel Álvarez Bravo, Claude Batho, Bill Brandt, Toni Catany, Alicia D’Amico, Facundo de Zuviría, Sandra Eleta, Eduardo Grossman, Annemarie Heinrich, André Kertész, Grete Stern y Juan Travnik, entre otros.
Junto a Eduardo Stupía y la Fundación Luis Felipe Noé, el Centro Cultural Borges retoma el desarrollo del histórico proyecto «La línea piensa», una propuesta que celebra el intercambio visual de artistas plásticos
En el mismo nivel se puede visitar Otra vez ¡me arruinaste el dibujo!, un proyecto ideado por Eduardo Stupía y Luis Felipe Noé que establece un diálogo visual intergeneracional entre estos dos artistas como también con otros dibujos de Juan Astica, Delfina Bourse, Andrea Lamas y Paula Noé Murphy, con curaduría de Cecilia Ivanchevich. Siguiendo esas líneas no se tardará en llegar más arriba a otros mundos afines del arte argentino que asoman en las salas dedicadas a la obra del italoargentino Libero Badii, cuya colección se irá presentando por partes junto al trabajo de preservación y restauración encabezado por el MNBA, y a una serie de collages con los que León Ferrari ilustró en 1996 el Informe Nunca Más.
El segundo piso del Borges guarda una vasta sala para la figura que le presta su nombre. Con una biblioteca y una zona de lectura en el centro, se despliegan diversas realizaciones e interpretaciones sobre aspectos de la vida y la obra del gran escritor argentino. Para esta reapertura se puso el foco en la primera etapa del autor, atravesada por su activa participación en revistas y suplementos culturales y profusa en intercambios con artistas como Xul Solar y Emilio Pettoruti. Una exhibición de ejemplares prestados por la Biblioteca Nacional, fotografías del Museo Nacional de Bellas Artes, textos, proyecciones y videos realizados por la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, trazan el recorrido, que también cuenta con un laboratorio de juegos. En el mismo pabellón se alojan la 32º Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino y Todo cuerpo es político, una exposición del Palais de Glace que recoge producciones de artistas y colectivos que interrogan la dimensión política de los cuerpos.
«Confabulaciones. Amistad y creación en Borges (1923-1945)», una muestra que pone el foco en la juventud del escritor argentino y sus intercambios con Xul Solar, entre otros
También la exhibición Bellas Artes / Bon Marché tiene un espacio especial. Fue en estas mismas galerías donde la Generación del 80 fundó el Museo Nacional de Bellas Artes, que funcionó hasta 1909 dentro del emblemático complejo de tiendas Bon Marché. La muestra invita a conocer los primeros años de la institución a través de una selección de esculturas, pinturas de género, paisajes y desnudos que su primer director, Eduardo Schiaffino, adquirió en la calle Florida y en Europa, o a través de donaciones, entre los que destacan Mujer y toro de Alfred Roll y La sopa de los pobres de Reinaldo Giudici.
La tercera planta aloja otro espacio amplio en el que gravita Mercedes Sosa, con una exhibición con curaduría de Álvaro Rufiner que repasa su carrera y reúne algunas de las prendas características que vestía en el escenario, instrumentos folklóricos, imágenes audiovisuales y música. Parte del universo autóctono reflejado en sus canciones se traslada a Ayni, la muestra que se extiende a uno de los lados con fotografías de Claudia Conteris, Flor Guzzetti, María Paula Ávila, Guido Piotrkowski, Agustín Zamudio, Javier Goded, Erica Voget y Ber Greco.
Tristán Bauer, ministro de Cultura de la Nación, Martín Bonavetti, subsecretario de Gestión de Espacios y Proyectos Especiales, y Ezequiel Grimson, director del Borges, junto al icónico «La sopa de los pobres» de la colección del MNBA que se exhibe en una de las salas
Se trata apenas del punto de partida de esta nueva etapa del Borges, que durante 2022 llevará a una de sus salas la obra de Alberto Breccia, le rendirá un homenaje a Carlos Fuentes a 10 años de su fallecimiento y celebrará los 150 años de la publicación del Martín Fierro. Además aguarda numerosos conciertos de jazz y será sede del Espacio Nacional de Tango Argentino, del Festival Fervor y del programa Los Barrios en Borges, que contará con convocatorias abiertas, jornadas temáticas y música