Proponen el «Día del Orgullo Mayor»

el Día del Orgullo Mayor

Especialistas en vejez proponen que el 1 de octubre deje de llamarse Día Internacional de las Personas Mayores. Quieren que sea una jornada de alegría y amor propio.

«Tengo muchos proyectos, entre ellos, aprender a tocar las castañuelas, ya estoy tratando de conseguir un par. Y estoy trabajando de manera voluntaria en un centro donde se dan talleres para adultos, estoy muy contenta de hacer la tarea que hago. Siento que soy un ejemplo para otras personas, y es un orgullo especial, una satisfacción poder servir a los demás. Por suerte tengo buena salud. Agradezco a Dios poder ayudar, más que antes, porque estaba ocupada trabajando o criando hijos. Disfruto muchísimo esta etapa de la edad«, dice emocionada Norma Sipis, 80 años, jubilada docente.

«También hago teatro con un grupo muy bueno, me siento muy feliz y orgullosa de tener la edad que tengo. Siempre que puedo digo la edad que tengo porque considero que sí, que soy un ejemplo, sin vanidad, pero sé que puedo servir de ejemplo para muchas personas, así que estoy muy feliz en esta etapa de mi vida, con proyectos, eso es lo importante, tener proyectos. No hay que sentirse disminuido por la edad. Hay muchas, muchísimas, cosas que podemos hacer que no hicimos cuando éramos jóvenes y tenemos la posibilidad de hacerlas ahora», agrega Norma, orgullosa.

Mejorar la calidad de vida

Cada 1 de octubre se celebra el Día Internacional de las Personas Mayores. La idea fue de Naciones Unidas y tiene como objetivo promover políticas y programas públicos para mejorar la calidad de vida de quienes transitan esta etapa.

«Estamos proponiendo desde el Instituto Iberoamericano de Ciencias del Envejecimiento.(INICIEN) que este día sea el Día del Orgullo Mayor ¿Por qué? Nos inspiramos en todos los movimientos, sobre toto a partir de las diversidades sexuales, que promueven la toma de conciencia, un cambio de paradigma. Entonces por qué no tomar esa bandera mostrando el orgullo de lo que significa llegar a ser mayor. Sería un estímulo muy interesante para las generaciones más jóvenes poder mostrar la dignidad que implica llevar nuestra vejez, para combatir el edadismo, para combatir los prejuicios, para que nos vean con toda nuestra fuerza», explica Graciela Zarebski, directora de INICIEN.   

La especialista habla de lo que falta: «la pandemia lo puso dramáticamente en evidencia, los prejuicios y discriminaciones aún instalados en la sociedad, la vulneración de derechos, las dificultades para el acceso a una atención de calidad y, sobre todo, las condiciones de pobreza en que aún viven gran cantidad de personas mayores«. 

Por eso propone que la jornada pase a ser el Día del Orgullo Mayor, «a semejanza de otros días celebratorios de diversidades sexuales y de diversas condiciones de salud, sometidas a prejuicios sociales y enfrentadas a situaciones de violencia, maltrato y avasallamiento a sus derechos, y que han logrado instalar, a través del impacto del lema la toma de conciencia acerca de sus derechos, necesidades y deseos, para mejorar su inclusión social con calidad de vida y dignidad».

Zarebski detalla los objetivos relacionados a «la diversidad de vejeces; el privilegio de haber llegado; el orgullo de alcanzar la longevidad con buena calidad de vida; simbolizar que el mayor orgullo es llegar a viejo«.

También, «servir de estímulo y de espejo anticipado a generaciones jóvenes para perder el miedo a llegar a la vejez; combatir el edadismo, mostrar la fuerza vital de las personas mayores, darles presencia como defensores de sus derechos, contra abusos, violencias y maltratos, instalar el lema del envejecimiento saludable, que va más allá de déficits funcionales y poniendo el eje en la capacidad de resiliencia de las personas mayores, combatir la patologización de la vejez«.

La plenitud de la vida

«En esta etapa de mi vida me siento orgullosa de tener ganas de hacer cosas, de aprender algo nuevo, poder disfrutar de mis seres queridos a pesar de haber llegado en este momento a mis 90 añitos», dice la orgullosa Nélida, de Bahia Blanca. 

«Las experiencias acumuladas me permiten sentir la plenitud de la vida. Debemos luchar por nuestros derechos, hacernos visibles a la sociedad para que valoricen nuestros aportes y puedan tener hacia nosotros una mirada digna», suma Marta, de 81 años.

«Siento que al orgullo de ser mayor, se suma, en mi caso, al del aprendizaje que da el haber vivido intentando tener la mente abierta a los cambios. Sin juzgar, ni criticar las nuevas experiencias que viven los jóvenes y los no tan jóvenes también. Porque la vida es movimiento, energía y cambios, que en los últimos años son con más frecuencia, y bienvenidos sean. Tambien es importante no mirar para atrás, tampoco muy adelante. El proyecto, que es muy bueno tenerlo, no debe ser a largo plazo, pero sin duda hay que tenerlo. ¡Y pensamientos positivos siempre también!», dice Norma, 82 años.

«Me siento orgullosa de ser una adulta mayor porque he recorrido un largo camino con momentos agradables y otros no tanto, pero he llegado hasta aquí y estoy llena de proyectos», suma Liliana. 

«En mí caso mí sentimiento es de aceptación. Agradezco a la vida por lo que me enseñó y el sentirse orgulloso es muy positivo«, concluye Guillermo, 79 años, de Lomas de Zamora. 

Proyecto de ley 

El diputado Jorge Herrera presentó un proyecto de ley para que el 1 de octubre de cada año, en el marco del Día Internacional de las Personas Adultas Mayores, se declare Día Nacional del Orgullo Mayor.

«Los datos demográficos indican que, en estas últimas cinco décadas, el mundo vive el llamado tsunami de la longevidad que se vincula a mayor expectativa de vida, a cambios culturales de la población femenina respecto de la natalidad, a una transición demográfica, lo cual ha provocado un incremento exponencial de la población de más de 60 años, proyectándose un aumento a más del triple para 2050. Según la CEPAL, en América Latina el número de adultos mayores superará por primera vez al de niños en 2040″, dicen los fundamentos.

«Es necesario abordar los asuntos de la vejez y el envejecimiento desde una perspectiva de derechos humanos, reconociendo las valiosas contribuciones actuales y potenciales de la persona mayor al bienestar común, a la identidad cultural, a la diversidad de sus comunidades, al desarrollo humano, social y económico y a la erradicación de la pobreza -agrega-. Es central el tema de prejuicios y estereotipos negativos sobre el envejecimiento. El proyecto propone revalorizar esta nueva etapa de la vida en función de acciones que tiendan a un cambio de paradigma, declarar el día del Orgullo Mayor, tiene este objetivo».