Educación: proyecto de cambios
El Gobierno porteño proyecta una reforma integral de la primaria: de qué se trata
Ya iniciaron una ronda de consultas que incluyó a casi 15 mil docentes, alumnos y especialistas.
El gobierno porteño trabaja en una reforma estructural de la escuela primaria. La actualización aún está en su fase de consulta, pero apuntará a priorizar los contenidos elementales, a generar estructuras más flexibles y promover el trabajo grupal de los alumnos.
En 2022, entre mayo y noviembre, el ministerio de Educación porteño inició el proceso de consulta a distintos actores del sistema educativo. La idea es tener la lista la letra chica de la actualización entre este año y el siguiente para poner en marcha la reforma en 2025.
De acuerdo a las cifras oficiales, casi 15 mil personas ya participaron en rondas de consultas. Los encuentros contaron con presencia de especialistas, docentes, directivos, supervisores, estudiantes y especialistas. Si bien todavía no hay definiciones precisas, sí lograron establecer siete consensos básicos que primarán en la reforma.
La ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, explicó: “Las complejidades que reveló la pandemia nos dieron la oportunidad de reflexionar y ser innovadores en los modelos de enseñanza y aprendizaje. Esto nos llevó a cuestionar las estructuras tradicionales de la educación y a soñar con nuevas alternativas que pudieran hacer frente a los desafíos de la sociedad actual”.
En la misma línea, agregó: “Nos propusimos repensar la educación primaria, centrándonos en su diseño curricular y buscando redefinir sus tiempos, espacios, rutinas, agrupamientos y organización, siempre teniendo en cuenta las necesidades de los estudiantes y su aprendizaje, y con el objetivo de hacer de la primaria un espacio cada vez más inclusivo. En este proceso, adoptamos un enfoque participativo, como ya hemos hecho en la Ciudad durante años, porque creemos que involucrar a todos los actores de la sociedad es fundamental para encontrar las mejores soluciones”.
Los puntos más importantes
1- Menos contenidos, pero énfasis en los centrales
La nueva escuela primaria apostará por una reducción de los contenidos y priorizará aquellos que considera imprescindibles y que son transversales a distintas áreas de conocimiento.
2- Las capacidades como contenidos de enseñanza
De las consultas surgió la intención de que las capacidades -la resolución de problemas, la comunicación, el pensamiento crítico, entre otros- sean objeto de enseñanza, que se las integre al resto de los contenidos.
3- Estructuras menos rígidas
La primaria que se piensa tendrá una nueva distribución de los tiempos, con estructuras de trabajo menos rígidas y con materias que conversen entre sí. “Se pudo observar a lo largo de los encuentros que varios actores resaltan la necesidad de dinamismo de los estudiantes hoy, que los motiva e impulsa a seguir desafiándose y aprendiendo”, explican en la cartera educativa.
4- Aprendizaje grupal
La primaria apuntará a ofrecer un aprendizaje más flexible, que exceda los límites del aula y llegue a otras espacios dentro y fuera de la escuela.
5- Mayor presencia de tecnología
La reforma pretende sumar mayor presencia de tecnología en el día a día de la escuela, que se integre de manera significativa tanto para estudiantes como para docentes. Esta integración puede potenciar las experiencias de aprendizaje, consideran, volverla más “estimulante”.
6- Más articulación con el jardín y luego con la secundaria
La primaria está entre medio de los tres niveles obligatorios. Según piensan, la articulación entre jardín, primaria y secundaria no es suficiente y en muchos casos los alumnos no están preparados para el salto en lo que respecta a nuevas dinámicas de trabajo y contenidos. Por eso, aparece de nuevo la necesidad de establecer estándares de aprendizaje que aseguren niveles de conocimiento de cara a próximos niveles.
7- Prácticas más inclusivas
Según el ministerio de Educación, a lo largo de los encuentros que realizaron surgió el desafío de ser más inclusivos. La inclusión no hace referencia solo a los chicos con discapacidad, sino que “refiere a comprender la diversidad y por tanto la riqueza propia de las aulas, en la que cada estudiante es único y debe poder participar y aprender activamente”