Rebrote en Madrid
Confinar a los barrios más castigados por el coronavirus en Madrid empieza a ser una posibilidad que nadie del gobierno de Isabel Díaz Ayuso descarta. De momento, el «cerco sanitario» por zonas, aplicado con éxito en China, es solo un escenario que maneja el ejecutivo regional ante la explosión de contagios por coronavirus en zonas específicas de la Comunidad. No obstante, el pasado viernes ya se recomendó no salir a la calle a los vecinos de varios distritos del sur de la ciudad y también de Alcobendas.
Fue Antonio Zapatero, el viceconsejero de Sanidad, el que hizo pública la recomendación durante la visita al centro de salud de Alcobendas que acogió el jueves las pruebas masivas y aleatorias de PCR que la Comunidad realizó durante la semana pasada en la citada población y también en los barrios de Carabanchel, Usera, Villaverde y Puente de Vallecas, los más castigados por el virus.
La respuesta de la población a esas pruebas, sin embargo, no ha sido la esperada, ya que cientos de vecinos que habían sido convocados para realizarse la PCR no acudieron. El miedo a ser confinados está jugando en contra de los planes de la Comunidad , al igual que la resolución del titular del Juzgado de lo contencioso administrativo número 2 de Madrid, que no ratificó el pasado viernes la nueva normativa del gobierno regional, provocando que bares de copas y discotecas pudieran abrir.
La decisión de este magistrado contrasta con la que tuvieron en su día sus colegas de Burgos y Lleida, que permitieron los confinamientos decretados en Aranda de Duero e Igualada, respectivamente, por las autoridades locales. Los jueces consultados por LPO señalaron el pasado viernes que esa diferencia de criterios es el resultado de dejar «las cuestiones sanitarias a merced de más de 2.000 jueces» y que «podría haber pasado en cualquier comunidad autónoma».
El modelo de Wuhan y la experiencia en Argentina
Más allá de las dudas que despierta la posible reacción de los jueces y de los ciudadanos a un «cerco sanitario» por barrios, lo cierto es que el modelo aplicado en Wuhan, ciudad china origen del coronavirus, ha sido ya probado con éxito en otros países, como Argentina.
El gobierno de la ciudad argentina de Córdoba, que conduce Juan Schiaretti, apostó en mayo por una estrategia dura de «cercos sanitarios» para tratar de controlar los contagios de coronavirus, aislando completamente a zonas o barrios donde aparecen casos. El «modelo chino» de sitio a las zonas donde aparecen contagios se aplicó en una zona en el barrio Bajo Pueyrredón, tras la detección de 12 casos positivos de una misma familia, todos vinculados al brote previo en la zona del Mercado Norte, que hizo subir los casos de la provincia..
El cerco sanitario ya se había aplicado a principios de mayo en tres sectores de la zona noreste de la Ciudad de Córdoba, luego de un brote de contagios en un hospital. Otros 16 barrios están en investigación epidemiológica.
La medida provocó que los residentes en la zona no pudieran ir ni siquiera a sus lugares de trabajo y sólo un integrante por familia pudiera salir a comprar alimentos o medicamentos, una vez por día entre las 8 de la mañana y las 4 de la tarde. Además, se prohibió completamente la circulación