Colchicina, una esperanza frente al Covid-19

Colchicina, otra vez: el fármaco que nuevamente demostró en un ensayo clínico decisivo la reducción del riesgo cardiovascular

El prestigioso congreso global de la Sociedad Europea de Cardiología 2020 presentó un ensayo clínico revelador: la administración de la droga antiinflamatoria colchicina diaria y en bajas dosis (0,5 mg) demostró un efecto beneficioso en pacientes con enfermedad coronaria crónica. Los detalles de la investigación

¿Por qué una droga conocida, accesible y de bajo costo, utilizada hasta ahora para el tratamiento de un mal “clásico” como la gota, puede revolucionar definitivamente el futuro de los pacientes con enfermedad coronaria crónica? Parece mucha presión científica para un simple fármaco antiinflamatorio como es la colchicina, que hasta hoy se prescribe para los dolores articulares en general y cuesta menos de USD 1 dólar.

Sin embargo. ayer tuvo su día de gloria cuando en el marco del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología 2020(ESC, por sus siglas en inglés) –considerado uno de los eventos más autorizados en el debate científico mundial sobre cardiología y que por la pandemia global de coronavirus se realizó de manera virtual para todo el globo- se presentó en sociedad el ensayo clínico LoDoCo2, que dejó instalada una idea muy potente: la existencia de la llamada “teoría inflamatoria” en la progresión de la ateroesclerosis -definida esta como la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias-.

En el ensayo clínico LoDoCo2, publicado en la prestigiosa revista científicaThe New England Journal of Medicine (NEJM), no solo aparece la idea de la progresión de la ateroesclerosis, que queda casi confirmada, sino, también, la acción de un fármaco (colchicina en bajas dosis) que fue capaz de modular esa inflamación; y se convirtió en un nuevo pilar fundamental en el tratamiento de la enfermedad coronaria, provocando un efecto beneficioso en pacientes con enfermedad coronaria crónica.

Este es el segundo ensayo clínico aleatorizado con colchicina -el primero, de 2019, se llamó COLCOT– y participaron pacientes con enfermedad coronaria crónica; y resultó que el riesgo de eventos cardiovasculares fue significativamente menor entre los que recibieron 0,5 miligramos de colchicina -una vez al día- que entre los que recibieron placebo.

El trial LoDoCo2 reunió evidencia clave que ha demostrado que los efectos antiinflamatorios de la droga reducen el riesgo de eventos cardiovasculares en pacientes con enfermedad coronaria crónica, en una dosis baja (reduciendo también los efectos adversos).

En diálogo con Infobae el médico cardiólogo e investigador Rafael Díazdirector de Estudios Clínicos Latinoamérica (ECLA) y socio fundador del Instituto Cardiovascular de Rosario precisó sobre el ensayo clínico LoDoCo2, “el componente inflamatorio de progresión de ateroesclerosis pareciera estar confirmadoYa son varios estudios que al modular o minimizar el proceso inflamatorio poco intenso y crónico, demuestran reducción de eventos cardiovasculares serios en pacientes con alto riesgo de padecerlos”.

—Doctor Díaz, ¿qué diferencias encuentra entre el primer ensayo con colchicina -llamado COLCOT, que estudió el impacto del fármaco en pacientes después de haber sufrido un infarto; y LoDoCo2, que estudió pacientes coronarios crónicos?, preguntó Infobae.

El ensayo clínico LoDoCo2 incluyó pacientes con enfermedad coronaria demostrada en etapa crónica, alejados de un infarto de miocardio o de un evento coronario agudo. Por su parte, el estudio COLCOT, que también utilizó bajas dosis de colchicina, lo hizo en pacientes luego de un infarto agudo de miocardio. Ambos estudios mostraron resultados similares, beneficio a favor de la colchicina, aunque la población fue diferente.

Para llevar adelante el estudio LoDoCo2los científicos y expertos en enfermedades cardiovasculares propusieron un ensayo aleatorizado, controlado, doble ciego, en donde se le asignó a los pacientes con enfermedad coronaria crónica recibir 0,5 mg de colchicina, una vez al día o un placebo equivalente, sin que ellos -ni nadie- sepan (a esto se denomina doble ciego).

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LoDoCo2 por dentro

Los investigadores de LoDoCo2, provenientes de Australia y los Países Bajos, estudiaron a 5.522 participantes que tenían enfermedad de las arterias coronarias (EAC) crónica que habían estado clínicamente estables durante al menos 6 meses. Se los asignó al azar a tomar colchicina 0,5 miligramos o placebo. La edad media fue de 66 años y el 15,3% de los participantes fueron mujeres. El 84,4% tenía antecedentes de síndromes coronarios agudos (SCA), aunque para la mayoría su evento ocurrió más de dos años antes.

Al inicio de estudio, el 99,7% estaba tomando un antiplaquetario o anticoagulante, el 96,6% un hipolipemiante, el 62,1% un betabloqueante y el 71,7% un inhibidor del sistema renina-angiotensina-aldosterona. Finalmente, el 10,5% de las personas de cada grupo dejaron de tomar su régimen asignado de forma prematura.

Aún así, durante una media de seguimiento de 28,6 meses, los eventos de criterio de valoración principal, es decir, muertes por causas cardiovasculares tales como infarto de miocardio no quirúrgicoaccidente cerebrovascular isquémico o revascularización coronaria inducida por isquemia) disminuyeron con colchicina (6,8%) en comparación con placebo (9,6%). Los resultados fueron consistentes en todos los subgrupos.

Varios otros compuestos secundarios, así como la revascularización inducida por isquemia y el infarto de miocardio espontáneo individualmente, también fueron menos frecuentes con la colchicina. A su vez, se observó que la muerte no cardiovascular fue leve pero significativamente mayor con colchicina que con placebo.

Sin embargo, los diagnósticos de cáncer no difirieron entre los dos brazos del estudio. Tampoco las hospitalizaciones por infección, neumonía o una causa gastrointestinal. En cuanto a los efectos secundarios, la colchicina se asoció significativamente con menos gota (1,4% frente a 3,4%) pero más mialgia (21,2% frente a 18,5%).

Mentes brillantes

Los médicos cardiólogos Arend Mosterd y Mark Nidorf son las caras visibles y a su vez las mentes brillantes detrás de los nuevos hallazgos con colchicina sobre los pacientes cardíacos y los riesgos de eventos cardiovasculares asociados. Mosterd reside en Utrecht, en donde encabeza la nómina de profesionales en el Meander Medisch Centrum, institución emblemática de los Países Bajos; es experto en insuficiencia cardíaca aguda, y formó parte de más de 124 publicaciones científicas.

El médico cardiólogo especialista en imagen cardiovascular Mark Nidorf, (GenesisCare Western Australia, Perth) fue el encargado de presentar el estudio LoDoCo2 de manera virtual en el ESC 2020. Sin eufemismos, el experto se refirió a la investigación: “LoDoCo2 aportó pruebas sólidas para respaldar la utilización de la colchicina para la prevención secundaria de rutina en pacientes con enfermedad coronaria crónica”, sostuvo Nidorf.

Mosterd, investigador de LoDoCo2, explicó en la presentación de los resultados en la ESC 2020 por qué los datos son persuasivos. “Ahora tenemos un segundo gran ensayo de resultados cardiovasculares después de COLCOT, que se presentó en el 2019 y que muestra los beneficios de un fármaco antiinflamatorio, la colchicina, en una dosis baja que está ampliamente disponible y podría prescribirse a nuestros pacientes”, añadió, señalando que ya está siendo recetado para la pericarditis.

Según precisó Mosterd, “modular la inflamación es un nuevo pilar en el tratamiento de la enfermedad coronaria”. “La colchicina debería desempeñar un papel en la terapia médica”, afirmó y advirtió: “por supuesto, esto debe ser determinado por el público médico pero creemos que hemos expresado nuestro punto en combinación con el ensayo COLCOT”.

Para Richard J. Kovacs, médico cardiólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, Indianápolis y ex presidente del Colegio Americano de Cardiología (ACC), LoDoCo2 “no solo cambia el rumbo y la historia de la colchicina sino la historia de la inflamación”.

Al respecto Kovacs se preguntó: “¿Podemos intervenir sobre la inflamación y ver resultados cardiovasculares favorables? Creo que LoDoCo2 es otra pieza importante de este rompecabezas”. Además, analizó: “Aún no está claro si esto conducirá a un cambio en las pautas y la práctica de pacientes cardiológicos crónicos”.

Sin limitaciones

A pesar de los resultados alentadores que demostró LoDoCo2, los mismos científicos Nidorf y Mosterd señalaron dos limitaciones sobre el ensayo clínico. Por un lado, el estudio no recopiló la presión arterial ni los niveles de lípidos al inicio, ni durante el ensayo de los participantes. Tampoco se evaluaron de forma rutinaria la Proteína C Reactiva (PCR) y otros signos de inflamación, lo que significa que no se puede “explorar los efectos del tratamiento de acuerdo con el estado inflamatorio al inicio del estudio”, detallaron los expertos.

Otra advertencia de Nidorf y Mosterd sobre el trial, es la baja proporción de mujeres que formaron parte de la investigación, algo que al investigador Kovacs también le llamó la atención. “El porcentaje de mujeres en el ensayo fue menor de lo esperado”, señalaron los investigadores, y explicaron que esto se debió al “porcentaje de mujeres con enfermedad coronaria crónica en la población general”.

Sin embargo, para el cardiólogo Rafael Díaz no considera que las limitaciones y advertencias planteadas arriba por los científicos sean un problema a la hora de analizar los beneficios de la colchicina en pacientes con enfermedades cardiovasculares.

Consultado por InfobaeDíaz manifestó: “Los autores reconocen algunas limitaciones del estudio LoDoCo2, entre ellas la falta de datos de presión arterial, lípidos y marcadores inflamatorios evaluados al inicio del ensayoDesde mi punto de vista esto no es un problema mayor. El estudio clínico a mi criterio fue muy bien diseñado e implica que la colchicina demostró sus beneficios independientemente de los valores de presión arterial, lípidos o algún otro marcador bioquímico”, expresó.

“Sobre la baja proporción de mujeres en el estudio -que fue aproximadamente del 15% y es correcto que la cifra es baja- pero de ninguna manera significa que las mujeres no deban ser tratadas con colchicina, una cosa no implica la otra”, concluyó Díaz.

La pregunta que surgió con fuerza entre los profesionales del corazón, una vez que las agencias regulatorias aprueben el tratamiento, es cómo aprovechar estas propiedades antiinflamatorias del fármaco para combatir al virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.

Entonces es válida la pregunta para el especialista Díaz, ¿podrá convertirse aleatoriamente la colchicina en uno de los fármacos candidato -siempre que la evidencia científica acompañe- contra el COVID-19?

Creo que con el ensayo clínico LoDoCo2 se abre un nuevo horizonte, tenemos más herramientas de prevención; y la colchicina es evidentemente una de ellas y ocupará un rol muy importante. Tiene ventajas marcadas: su bajo costo, escasos efectos adversos, con dosis fácilmente controlables y la universalidad de uso. Previamente habíamos comentado que es una droga ideal por su potencia antiinflamatoria para ser evaluada en el contexto de esta pandemia y de hecho estamos realizando un estudio llamado ECLA PHRI COLCOVID Trial, qué evalúa el impacto que la colchicina podría tener en enfermos hospitalizados graves por COVID-19. Esperamos tener resultados pronto