Crecimiento de la industria del software
La industria del software en la Argentina prevé cerrar el 2020 con 11.000 nuevos puestos de trabajo, que tienen un salario promedio de $91.000 mensuales, según los datos del Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos (Opssi).
Más de 300 empresas del sector tecnológico, que agrupan al 25% de los empleos totales de la actividad, participaron del relevamiento realizado por el Opssi, que depende de la Cámara de la Industria de Software (Cessi).
“El mundo IT es el sector que nivela la cancha y promueve la movilidad social. Somos competitivos, desarrollamos oportunidades de desarrollo y formación para todas las personas, de todas las edades, sexos y sectores sociales, de todo el país”, afirmó el titular de la Cessi, Sergio Candelo.
Según los datos, quienes se inician en esta industria (profesionales junior) en la Argentina ganan, en promedio, $55.321 al mes; el salario de la categoría «semisenior» en promedio se ubicó en $83.042; y el de la «senior» $117.941.
La media de la industria está en el orden de los $91.457, lo que representa más de cinco veces el salario mínimo vital y móvil, que se ubica en los $16.875, indicaron desde el Opssi.
«Entre agosto y diciembre de este año se espera que los salarios aumenten, en promedio, un 16,6%»; aseguraron desde la cámara, para precisar que «el aumento acumulado interanual entre julio del 2019 y julio 2020 fue del 51%».
A julio pasado el salario bruto promedio del sector de Software y Servicios (SSI) fue de $78.500; es decir 42,5% por encima del promedio en el sector privado ($55.100).
«Estamos en condiciones de afirmar que, de acuerdo con este informe, si un joven que ingresa a trabajar en una empresa de la industria, con conocimientos de programación y a pesar de no tener experiencia laboral previa, prácticamente cubre las necesidades básicas de todo su grupo familiar con su salario», agregó Candelo.
En el primer semestre de 2020, la tasa de rotación del personal fue del 10,4% y 8,9% de desvinculación.
El 88% de las desvinculaciones fueron por decisión de los trabajadores, según indicaron