Mal Brasil. Manaos colapsado por pandemia.
Jair Bolsonaro se desligó de la crisis humanitaria en la ciudad de Manaos, capital del estado de Amazonas, donde el sistema sanitario está completamente desbordado y los pacientes con Covid-19 mueren por falta de oxígeno en los hospitales. De hecho este viernes hubo incidentes en los galpones que distribuyen oxígeno, donde la gente por su cuenta se agolpó para asegurarse un tubo ante la falta del fluido en el sistema público.
Manaos es el epicentro de la segunda ola de coronavirus en Brasil y los contagios se han disparado exponencialmente aparentemente por el surgimiento de una nueva cepa de la enfermedad. Por falta de tubos de oxígeno, este jueves más de 750 pacientes fueron trasladados hacia otros estados en aviones militares y el gobernador tuvo que declarar un toque de queda de 11 horas diarias en toda la ciudad.
«Siempre hacemos lo que tenemos que hacer, ¿no? El problema en Manaos…es terrible el problema ahí. Ahora, nosotros hicimos nuestra parte, con recursos», afirmó Bolsonaro a seguidores. El presidente de Brasil defendió la presencia del ministro de Salud, Eduardo Pazuello, en Manaos para la apertura de un hospital de campaña y promover una aplicación para que los médicos receten hidroxicloroquina.
«Si no quieren tomar, no tomen. Los 200 que se contagiaron en la casa de Gobierno tomaron prematuramente y ninguno fue al hospital. Es como la vacuna, sería irresponsable que sea obligatoria si es autorizada en uso de emergencia», dijo Bolsonaro del antipalúdico, desaconsejado para el coronavirus por la Organización Mundial de la Salud.
La situación en Manaos es dramática, donde además del caos en los hospitales también estan completamente desbordados los cementerios y faltan cámaras frigoríficas para mantener los cadáveres.
El exalcalde de Manaos, Arthur Virgilio Neto, denunció que 28 personas murieron por falta de oxígeno en los hospitales de la capital del estado más grande de Brasil, y pidió el juicio político del gobernador Lima, del Partido Social Cristiano, fuerza de la base bolsonarista en el Congreso.
«Hay relatos de que un ala entera de pacientes ha muerto por no tener tubos de aire. Además de las muertes, el peligro de generar problemas cerebrales permanentes es alto», dijo al diario Folha de Sao Paulo el científico del laboratorio federal Fiocruz Amazonia, Jesem Orellana.
La Fiscalía de Manaos acusó al Gobierno federal de ser el responsable último en proveer tubos de oxígeno ya que posee los aviones militares para llevarlos desde otros estados. Las Fuerzas Armadas enviaron 356 cilindros de oxígeno en la noche del jueves, pero la logística no alcanzó a suplir la situación de emergencia.
Por otro lado, el secretario de Salud de Amazonas, Marcellus Campelo, alertó sobre la posible necesidad de transferir a 60 bebés prematuros que podrían morir a raíz de la falta de oxígeno en los hospitales.
El gobernador de San Pablo, Joao Doria, acusó de irresponsable al Gobierno de Bolsonaro y dijo que en su estado hay capacidad para recibir a los 60 bebés prematuros que necesitan cuidados de complejidad médica.