Las PASO en la Ciudad
Por la pandemia y la apatía, el nivel de participación electoral podría perforar el porcentaje más bajo de su historia
En las elecciones primarias 2017, votó el 74% del total del padrón electoral. Desde diferentes sectores del arco político vaticinan una disminución en la participación en las PASO que puede alcanzar niveles récord. Las razones de esta caída y las preocupaciones del gobierno nacional
5 de Septiembre de 2021
En las últimas elecciones de 2019, la tendencia venía a la baja y cambió: la participación de votantes trepó al 76,4% (NA)
Ya se votó en Corrientes, Jujuy, Salta y Misiones en lo que va de 2021. La participación ciudadana en los comicios de estas provincias ofrece una tendencia que el Gobierno ya asume de alcance nacional: crece el temor por registrar la menor cantidad de votantes desde el establecimiento de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en 2011. En las primarias de 2017 hubo un nivel de participación del 74 por ciento: la votación del próximo domingo 12 de septiembre puede perforar este piso y convertirse en el más bajo de la historia.
Las razones son varias: desde la apatía de un sector de la población con la política hasta el miedo que pudieran tener los electores de contagiarse coronavirus por concurrir a votar, así como también el hecho de que para el día de la elección habrá gran cantidad de personas aisladas por tener coronavirus, síntomas compatibles o haber sido contacto estrecho de un caso confirmado. María Romilda Servini, jueza federal con competencia electoral en la Ciudad de Buenos Aires, dispuso que un contagiado o un posible enfermo por covid-19 no pueda participar de los comicios. “Es muy probable”, respondieron a la agencia de noticias NA desde el seno del gobierno nacional en relación a la tendencia a la baja del nivel de participación.
Oscar Herrera Ahuad, gobernador de Misiones, emitió su voto en los últimos comicios de su provincia (Twitter: @herrerayflia)
El fenómeno tiene dos miradas desde el oficialismo: un sector del Frente de Todos teme que por la pandemia y la creciente atmósfera de apatía electoral, el votante “blando”, menos ideologizado, no se comprometa a ir a las urnas, y que esto provoque un impacto electoral, mientras que otros auguran que una baja en la concurrencia podría afectar a Juntos por el Cambio. La caída de entre un 10 y un 20 por ciento con respecto al promedio histórico en la participación de las provincias que ya tuvieron elecciones este año encendió las alertas.
Quien habló en conferencia de prensa sobre esta idea de apatía electoral fue el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: “Si uno mira la experiencia, en las últimas elecciones en Argentina ha habido una menor participación. Pero yo tengo la expectativa que con una situación sanitaria mejor como la de ahora, y con los recaudos que planteamos, la participación sea la más alta posible”. “Nosotros promovemos que la gente vaya a votar”, aclaró para luego agregar que “es muy bueno que la gente participe y que vayan todos, por eso ponemos tanto énfasis en los protocolos de cuidado, para que la gente vaya segura a votar y sin ningún problema”.
El actual gobernador de Corrientes Gustavo Valdés consiguió su reelección el último 29 de agosto (NA)
Los analistas, por su parte, descartan que se trate de una “crisis de representación” similar a la de 2001. “Hay un clima de baja intensidad política”, deslizó un estratega en diálogo con este medio. “La campaña no se está viviendo con intensidad. Lo vemos en los focus groups y en la calle. Si alguien trae a colación un tema político, el resto de los participantes no se engancha en la polémica”, describió por su parte un consultor político, que consideró que las inquietudes principales están orientadas a núcleos de problemas como el trabajo, progreso en la macroeconomía y en la economía particular.
En 2011, dos años después de que el Congreso sancionara la Ley 26.571, que establecía el sistema de elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para definir las candidaturas nacionales, tanto en la categoría de Presidente y vicepresidente, como en las de senadores y diputados, el nivel de participación fue del 78,6%: el más alto en lo que respecta a elecciones de medio término. Dos años después, en las PASO de 2013, el número cayó y se ubicó en 75%.
La tendencia continuó a la baja: en las internas de 2015 fue de 74,9% y en la elección primaria de 2017 se tocó el registro más bajo hasta el momento con el voto del 74% del total del padrón electoral. Para las PASO de 2019 la tendencia cambió y la participación trepó al 76,4%. Hoy, la lectura es en base a una preocupación: la expectativa es que vuelva a caer a niveles récords. Se sabrá después de las 18 horas del próximo domingo, cuando el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y la secretaria de Asuntos Políticos, Patricia García Blanco, den a conocer las cifras de la participación y un resumen de la jornada electoral, antes de que se comiencen a difundir los resultados del escrutinio provisorio