Pagos con código QR a pleno
El plan Transferencias 3.0, lanzado hace un año atrás por el Banco Central, ingresa mañana en su etapa crucial para el desarrollo de los pagos con código QR, la reducción del uso del efectivo y la creación de un nuevo ecosistema de pagos integrado en la Argentina. Según la normativa del BCRA, desde el 29 de noviembre todos los lectores de código QR deberán aceptar pagos por parte de todas las billeteras digitales. Si bien la integración absoluta puede demorar como en todo nuevo sistema, Transferencias 3.0 mañana rendirá su primer examen en medio de una fuerte competencia entre muchas empresas. Para ello, tanto los usuarios como los comerciantes podrán tener en cuenta algunos aspectos para aprovechar sus beneficios.
El sistema de pagos con QR combinará a los bancos con las fintech. El plan Transferencias 3.0 implica que desde mañana todos los lectores de código QR instalados en un comercio deberán aceptar pagos de todas las billeteras digitales. Estas últimas pueden ser bancarias (Modo, Ank, Cuenta DNI, BNA+ y otras) o bien provista por una fintech (Mercado Pago, Modo, Yacaré, Bimo, Moni, Naranja X, IUDU, Tap y muchas otras).
Esa interacción es obligatoria e incluye a los “aceptadores” de pagos, es decir, a las empresas que ofrecen a los comercios el servicios de aceptar pagos con QR, ya se trate de un QR estático (un sticker de papel pegado en un mostrador) o un QR dinámico (una imagen digital en una terminal POS o en un celular). Para ello, un comerciante (o incluso un cuentapropista que quiera cobrar con QR) puede recurrir a los prestadores tradicionales, como Fiserv (Posnet), Prisma (LaPos) o Mercado Pago.
También a muchos servicios de “aceptación de pagos” que aparecieron en el mercado, como Getnet (Santander), Ualá Bis, SiPago, ViüMi, Toque (Naranja X) y muchas otras.
La última novedad para competir en este segmento fue el lanzamiento de Cuenta DNI Comercios, del Banco Provincia.
Los usuarios pueden utilizar cualquier billetera digital para pagar con QR. No hay que tener una billetera en particular sino que cada usuario puede usar la que más le convenga
Los usuarios pueden utilizar cualquier billetera digital para pagar con QR. No hay que tener una billetera en particularsino que cada usuario puede usar la que más le convenga. Quienes sean clientes de algún banco (a excepción del Banco Provincia) podrán utilizar Modo, adhiriendo sus cuentas corrientes o cajas de ahorro. Quienes no lo sean, podrán abrirse una cuenta en cualquiera de las fintech mencionadas en el párrafo anterior, de manera gratuita y remota. Por lo general, las billeteras digitales se abren en pocos minutos bajando una app y sacando una selfie y una foto del DNI para identificarse.
La acreditación de los fondos para el comerciante es inmediata e irrevocable. Una vez que el pagador hizo el pago con su celular el plazo máximo para que el dinero pase a la cuenta del comerciante es de 25 segundos, según dispuso el BCRA. Este aspecto resulta vital para el que cobra, ya que en tiempos de alta inflación los plazos de acreditación se transforman en plazos de desvalorización del dinero.
En este punto, los pagos con QR se diferencian de los cobros con tarjeta de débito, que se acreditan a las 24 horas, o con tarjeta de crédito, que lo hacen en un plazo máximo de 8, 10 o 18 días dependiendo si se trata de un comercio pequeño, mediano o grande, respectivamente.
Otra diferencia de los pagos hechos dentro del esquema “Transferencias 3.0″ es que siempre son irrevocables. En los pagos tradicionales hechos con tarjeta de débito o crédito, si el cliente desconoce la operación y lo reclama a la emisora de la tarjeta, el pago puede ser “revocado”. En Transferencias 3.0, una vez que los fondos ingresaron a la cuenta del comerciante, no vuelven a salir de ella.
Los comerciantes pagarán una comisión más baja que lo que pagan por cobrar con tarjetas. El plan de Transferencias 3.0 prevé que el comercio pague una comisión máxima del 0,8%, por lo que el costo de cobrar por esta vía será inferior al de hacerlo con débito o crédito. Los costos con tarjeta vienen reduciéndose, en base a disposiciones legales y a que la competencia trajo bonificaciones y descuentos para atraer a los comerciantes. No obstante eso, el 0,8% de este plan estará por debajo de cualquiera de esos valores promocionales.
Esta semana el BCRA precisó que “los aceptadores podrán cobrar a los comercios un precio que esté dentro del rango del 0,6% al 0,8%.” Según algunos conocedores del mercado de los medios de pago, la aclaración del Central obedeció a que alguna empresa tenía en sus planes llevar la comisión a 0 para sacar del juego a los nuevos competidores que están llegando al negocio. El “piso” del 0,6% mencionado por el BCRA seguramente desactive ese plan.
El plan de Transferencias 3.0 prevé que el comercio pague una comisión máxima del 0,8%, por lo que el costo de cobrar por esta vía será inferior al de hacerlo con débito o crédito
Para el comerciante, cobrar con código QR amplía el abanico de opciones para sus clientes y reduce el uso de efectivo en el local, redundando en menores gastos y mayor seguridad. Al mismo tiempo, no puede obviarse que todo pago electrónico deja más expuesto al comerciante a los controles impositivos que un pago en efectivo.
Los usuarios no tendrán costos. Nunca, en ningún caso, habrá que pagar ningún cargo o comisión por abonar una compra con código QR. Para el usuario es lo mismo que pagar en efectivo. Y además, como se mencionó, las billeteras digitales no tienen costo de mantenimiento o similares. Con tener una es suficiente, pero se pueden bajar varias para tratar de aprovechar alguna promoción.
No hace falta tener una tarjeta de débito para pagar con QR, solamente tener una cuenta. Tanto los bancos como las fintech pueden abrir cuentas sin tener una tarjeta de débito asociada, aún cuando para los bancos es obligatorio emitirla si el cliente así lo solicita. Por eso, es posible abrir una cuenta, en forma gratuita, sin pedir una tarjeta de débito y utilizarla solamente para pagar con código QR. Y esto corre tanto para cuentas bancarias (con CBU, radicadas en un banco) como para cuentas virtuales (con CVU, radicadas en una fintech).