Aprobaron los subsidios para la cultura
Se aprobaron subsidios a la cultura por 50 años
El principal frente opositor rechazó el plazo y pidió eliminar la defensoría del público. Fueron abucheados por artistas que siguieron la sesión.
LPO15/06/2022
La Cámara de Diputados aprobó la ley que extiende por 50 años las asignaciones específicas a las industrias culturales como el cine, la música y las bibliotecas populares, que caducaban a fin de año por la reforma tributaria de 2017. Juntos por el Cambio se abstuvo y fueron abucheados por artistas que siguieron la sesión desde los palcos.
La ley tuvo 132 votos, sólo 3 más que la mayoría simple que se necesita por tratarse de impuestos, sin importar cuantas bancas haya ocupadas. Fue clave el respaldo de los 8 diputados del interbloque federal, coordinados por Alejandro «Topo» Rodríguez.
Este grupo lo integran además otros dos peronistas bonaerenses (Florencio Randazzo y Graciela Camaño), dos socialistas santafesinos y tres cordobeses ligados a Juan Schiaretti, quienes destacaron el crecimiento de la industria cultural de esa provincia y la creación de puestos de trabajo.
Principio del formulario
También resultaron claves los 4 de diputados izquierda, sin los cuales la ley se caía. Complicaron tres ausencias del oficialismo por cuestiones particulares, definidas cuando no se esperaba problemas de mayorías.
El plazo fue considerado una provocación por Juntos por el Cambio, donde el PRO logró imponer su postura de no votar ninguna suba de impuestos, aun cuando en este caso no la hay, sino que se prorroga por medio siglo el destino a industrias culturales de porcentajes de ciertos gravámenes.
Algunos son de vieja data como la porción del IVA a entradas de cine derivadas al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incca), o el que se cobra a premios de la lotería y se distribuyen en las bibliotecas populares.
Pero hay otras asignaciones creadas en la ley de servicios audiovisuales, conocida como «ley de medios», a partir de un fondo de entre 2 y 5% de la facturación de radio y TV.
Se reparte en Incca (25%), Instituto Nacional del Teatro (10%), Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado (20%), Enacom (28%), Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual (5%), proyectos audiovisuales de frontera, y de los Pueblos Originarios (10%) e Instituto Nacional de Música (2%).
«Me arrepiento de haber hecho un proyecto que dice 50 años, me hubiera gustado poner más un 99 para que sea más parecido a un infinito porque eso es lo que queremos para nuestra cultura, que dure para toda la vida», desafió al inicio del debate Pablo Carro, miembro informante del oficialismo.
«Acá no se trata de burocracia, el problema es el discurso conservador que nos está tapando, neoliberal, antisistema que cree que sólo lo que el mercado acepte es rentable. Además, la Unesco entiende que los derechos culturales son habilitantes: si no podes ejercer el derecho a la información, a la cultura, a la identidad, no podes ejercer ningún otro», agregó.
Pero el PRO estaba decidido a ir en contra, aun cuando significara soportar insultos de los artistas presentes, como Carolina Papaleo, Luisa Kuliok, Juan Palomino, Mirta Busnelli, Victor Laplace y Thelma Fardin, entre otros. También estuvo el ministro de Cultura, Tristán Bauer.
«¿Imaginamos qué puede pasar en 50 años en un mundo tan cambiante?. No tiene ninguna lógica. Acá nada está en riesgo, sabemos que las asignaciones específicas deben ser prorrogadas, estamos de acuerdo en la prórroga de bibliotecas populares, en el teatro, pero que no nos vendan gato por liebre. Es algo del kirchnerismo esconder detrás de la cultura pesadas burocracias», defendió esa postura Hernán Lombardi, del PRO y presidente de la comisión de cultura, donde el proyecto no fue girado.
El oficialismo esperaba que al menos los radicales ayudaran con el voto, pero no fue así: hubo varias reuniones entre los jefes y ante la intransigencia del PRO el acuerdo interno de JxC fue abstenerse, aun cuando por tratarse de una ley que necesita la mitad más uno de los votos podrían haberla frustrado.
Para no llegar a esa situación hicieron algunas propuestas, como derivar los fondos de la defensoría del público a las bibliotecas populares, que planteó Sabrina Ajmechet (PRO); prohibir el nombramiento de personal sin concursos en los organismos internacionales, una idea de Paula Omodeo (CREO); o desgravar por completo la producción de cine nacional, propuesta del radical Martín Tetaz.
Carro no aceptó, pese a que casi se queda sin los votos para la ley. Fernando Iglesias, del PRO, votó en contra. «La cooptación de los artistas mediante el dinero estatal no es de derecha, ni es de izquierda: es una actitud totalitaria que emplearon Mussolini, Hitler, Stalin y el General (Perón)», denunció. Los artistas lo abuchearon.