Alquileres temporarios versus los tradicionales
En medio del debate por los precios de los alquileres, se intensifica el fenómeno Airbnb en la Ciudad. Los alquileres temporarios son un problema en las grandes capitales del mundo y también generan inconvenientes en zonas turísticas.
Un informe de la consultora PxQ que dirige Emmanuel Álvarez Agis muestra que un alquiler temporal puede llegar a producir una renta cuatro veces mayor que el alquiler residencial tradicional. Es por eso que muchos propietarios volcaron viviendas a ese mercado.
El fenómeno sucede desde hace años en las principales ciudades del mundo y algunas como Berlín o París ya tomaron medidas concretas, pero en la Ciudad aún no hay leyes específicas pare regular un mercado que no para de crecer.
En Berlín no se puede destinar más que un cuarto para Airbnb, en París el límite son 120 días anuales destinados a alquileres temporarios y San Francisco tampoco permite alquilar viviendas completas. Las decisiones fueron aplicadas luego de las descompensaciones que produjo la irrupción de la plataforma: aumento de los precios y disminución de la oferta para los vecinos.
En Argentina ese fenómeno alcanza a la mayoría de las localidades turísticas y también a los grandes centros urbanos, como Córdoba, Rosario o Buenos Aires. Según la consultora de Álvarez Agis, un mismo inmueble alquilado como vivienda tradicional puede generar 980 mil pesos anuales. Si se la ofrece 10 días en Airbnb ese monto se duplica y si son 15 supera los 2,7 millones de pesos anuales. Si se la alquila por 20 días supera los 3,6 millones de pesos, 8.1% más de rendimiento.
Cada punto representa una vivienda ofrecida en Airbnb. Fuente: Inquilinos Agrupados.
En una ciudad donde el 35% de los habitantes alquila las complicaciones aumentan. «El sector privado inmobiliario no construye para satisfacer la demanda de vivienda, sino para satisfacer la demanda de dólares, porque es la manera de convertir a los pesos excedentes en dólares», explicó el legislador Manuel Socías.
El legislador pidió un régimen de alquiler protegido con incentivos, como el no pago de ABL y que el estado construya viviendas de alquiler.
«El desafío no es salir a cazar propietarios. Lo que hay q hacer es formalizar la actividad y regularla, para lo cual es fundamental la cooperación de las plataformas», explicó en su cuenta de twitter.
