Rescate gastronómico

Uno de los principales actores económicos del AMBA, sin duda, es el sector gastronómico y tal vez, de los más golpeados por la pandémica crisis, que afecta a un numeroso conglomerado de personas, entre los empleados de manera directa y aquellos que hacen al quehacer de la actividad.

En tal sentido, legisladores opositores pidieron al gobierno porteño que permita la vuelta de bares y restaurantes con espacios abiertos para paliar la crisis del sector. Según estimaciones, la mitad de los locales gastronómicos podría cerrar por la pandemia.

El pedido fue realizado por Sergio Abrevaya, del GEN, y María Rosa Muíños, del Frente de Todos. «Al día de hoy cerraron 2.000 de los 12.000 bares y restaurantes de la Ciudad de Buenos Aires. Se estima que el 50% del total cerrará definitivamente al término del aislamiento», explicó Abrevaya.

El sector emplea a 140 mil personas y hasta el momento 2 mil de los 12 mil bares y restaurantes de la Ciudad cerraron definitivamente por la crisis que produjo la pandemia de Covid-19. Desde el gobierno porteño dijeron que en la fase actual, solamente podrán trabajar mediante la modalidad de «take away».

Muíños también advirtió sobre la importancia de los protocolos. «Es necesario que el Poder Ejecutivo local instrumente medidas que garanticen la motorización progresiva de este segmento de la economía para promover la reactivación, pero principalmente cuidando la salud de los trabajadores y de los clientes», expresó.

«En estos momentos se autorizó a estos comercios la posibilidad de continuar con sus actividades de venta con entrega a domicilio y retiro en el local gastronómico. Es necesario para este importante sector seguir habilitando actividades para permitir un funcionamiento más cercano a su habitual desenvolvimiento», explicaron en los fundamentos del proyecto, donde aclaran que solo podrán hacerlo aquellos que cuenten con superficies al aire libre o en veredas y siempre bajo el cumplimiento de protocolos de higiene.

«La economía está muy mal, la gente está muy mal y otras enfermedades nos acechan, así que nos alegramos de que hayan entendido los planteos que estamos haciendo desde hace un tiempo, pero ¿cuántas fuentes laborales cerrarán hasta el comienzo de la etapa 2?», se preguntó Abrevaya.

En ciudades como el Distrito Federal de México, el gobierno habilitó la apertura de restaurantes con el 30% de su capacidad total tras aprobar estrictos protocolos. Los clientes deben higienizar su calzado y manos al entrar y no hay cartas físicas. Las mesas están a cinco metros unas de otras.

La decisión fue tomada a pesar de que el país registró 37,500 muertes y 324,041 contagios desde el comienzo de la pandemia.

En Europa casi todas las ciudades habilitaron los comercios gastronómicos, aunque en muchas de ellas el principal problema es la falta de clientes