Más contorno de cintura y menos residuos

LPO16/11/2020

 Los indicadores ambientales de grandes urbes, como la Ciudad de Buenos Aires, se modificaron abruptamente a partir del 20 de marzo cuando se inició el confinamiento para prevenir el coronavirus.

La paralización o disminución del transporte, la actividad industrial y comercial por un largo período de tiempo, provocaron que la generación de los residuos baje un 25 por ciento, informaron a LPO fuentes del gobierno porteño.

En los primeros meses del aislamiento, el cierre de los grandes generadores como los locales gastronómicos, shopping e industrias, produjo la disminución de 2.000 toneledas diarias de desechos.

Desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad explicaron que la disminución obedeció, principalmente, a la suspensión de las actividades comerciales, las obras de construcción y a los nuevos hábitos de las personas que debieron permanecer en sus viviendas. También, estimaron, que hay un mayor compromiso social producto del cambio cultural.

Los cambios en las conductas sociales y de consumo de los porteños permitieron analizar variables ambientales. Según el Ministerio porteño la crisis por la pandemia fue una oportunidad para planificar las bases de un nuevo plan de reciclado para los próximos años, que continúe con el objetivo de la separación en origen para reducir las toneladas que se disponen diariamente en el relleno sanitario de la CEAMSE.

«Nuestra meta es trabajar para que todos los vecinos y vecinas se comprometan con la separación y generar menos basura, trabajando muy fuerte en la transformación cultural. Para lo cual instalamos más contenedores verdes y seguimos fortaleciendo el servicio de reciclado junto a las cooperativas de recuperadores en las distintas zonas de la ciudad», explicó Clara Muzzio, ministra de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad.

Asimismo, la aparición del Covid-19 en Argentina y en el mundo cambió los hábitos de higiene personal y también en el espacio público de las Ciudades. Por lo cual, se intensificó la limpieza de la Ciudad de Buenos Aires con un Plan de Desinfección..

En los operativos se incorporó el hipoclorito de sodio en el hidrolavado de veredas, con especial hincapié en zonas de mayor riesgo de propagación del virus, como hospitales, centros de salud, farmacias, geriátricos, centros de trasbordo, parques y plazas, entre otros.

Además, se incrementó la limpieza del mobiliario urbano como los refugios de colectivos, bancos ubicados en la vía pública y puntos verdes, y el lavado de los 29 mil contenedores de residuos