Lunes sin carne

La Legislatura porteña aprobó la semana pasada una iniciativa impulsada por Mercedes de Las Casas y Carolina Estebarena, ambas de Vamos Juntos, que declara de ´»interés ambiental» la campaña global “Lunes sin carne”, una campaña internacional sin fines de lucro que “alienta a las personas a no comer ningún tipo de carne los días lunes”.

«Lunes sin Carne» fue ideado en 2003 por el publicista Sid Lerner, junto con la escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, promoviendo la campaña para prevenir enfermedades por el excesivo consumo de carne. En tanto, desde 2009 Paul McCartney y sus hijas Mary y Stella han tomado la iniciativa y le dieron un impulso.

Tras conocerse lo resuelto en la Legislatura porteña, el Ipcva emitió un documento titulado “La ganadería vacuna no es parte del problema sino parte de la solución”, donde remarcaron que la ganadería local solo aporta el 0,15% de las emisiones globales. Además, señaló que su sistema de producción “mejora la fertilidad del suelo, evita la erosión y es beneficioso para la biodiversidad”. También destacó que la carne es un producto de calidad en términos de nutrición.

Allí precisaron que “las afirmaciones que favorecen una ingesta baja de carne son cuestionadas científicamente. La carne es un alimento de alta calidad bien conocido por los seres humanos rico en nutrientes esenciales, como los aminoácidos de alto valor nutritivo que nuestro cuerpo no puede sintetizar en las cantidades adecuadas, EPA (ácido eicosapentanoico), DHA (ácido docosahexaenoico) omega-3, hierro hem, vitaminas B12 y D3, creatina, carnosina, taurina, particularmente importante en el desarrollo cerebral de los bebés”.

“Esto último es relevante ya que estudios llevados por equipos de profesionales del Hospital Garrahan de Buenos Aires han demostrado el riesgo, particularmente en lo que hace a deficiencia de vitamina B12,  que corren las madres veganas que no incluyen carne en sus dietas antes de la concepción hasta el final de la lactancia materna”, indicaron.

Según el organismo nacional, “los sistemas de producción basados en el pastoreo contribuyen a mejorar la fertilidad del suelo, evitan la erosión, son beneficiosos para la biodiversidad y, en el caso particular de la agrosilvicultura, adicionalmente mejoran los ingresos de los productores derivados de la madera y el ganado que pastorea las forrajeras implantadas en el monte