Nuevas normas para la licencia de conducir

Licencia de conducir en CABA: cambios y curiosidades de la nueva modalidad de otorgamiento en tránsito real

Ya no habrá que retroceder en “u” o detenerse en una rampa, ahora los aspirantes a conductores particulares de automóviles tendrán que aprobar el examen práctico en la calle. Singularidades de un recorrido de quince minutos en los que un examinador juzgará desde no cederle el paso a un peatón hasta rozar la carrocería del vehículo con una loma de burro

El 17 de agosto empezó a implementarse en la Ciudad de Buenos Aires la nueva modalidad de otorgamiento de las licencias de conducir categoría B1. Se estima que en octubre se realizará de esta manera en forma definitiva en diez comunas

Los propósitos se miden en plazos. El primero, y más inmediato, es tener mejores conductores con habilidades mejor probadas y mayor conciencia de seguridad vial que redunda en un principio de convivencia del campo automotor. El segundo, y más ambicioso, es reducir la siniestralidad: la proyección presume reducir el 50% de los incidentes viales hacia 2030. Por eso, inspirados en las modalidades empleadas por países como Francia, Finlandia, Hungría, Holanda, España, Austria, Irlanda, Alemania, Italia, Japón, Grecia, Suiza y Lituania, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires inició un proceso de transición hacia la implementación de un nuevo sistema de otorgamiento de licencias de conducir.

La manera para obtener por primera vez el registro habilitante de categoría B1 sufrió modificaciones sustanciales. A las autoridades porteñas les gusta decir que es un cambio de paradigma, que antes a los automovilistas novatos les enseñaban a manejar y que ahora los instruirán a conducir, que antes aprendían a hacer ejercicios de manejo y que ahora los educarán a ser conductores responsables. Los exámenes prácticos serán en su totalidad -el 17 de agosto empezó la transformación de manera gradual con pronóstico a establecerse definitivamente a mediados de octubre- en tránsito real: ya no habrá que rendir en las pistas de manejo del Parque Roca y del Parque Extremo. Será en la calle, en un ruteo próximo a diez comunas porteñas.

Cada comuna dispone de tres vehículos para realizar el examen práctico: los modelos son Volkswagen Gol Trend versión manual y Peugeot 308 con caja automática

La primera en implementarla fue la Comuna 12, que nuclea los barrios de Coghlan, Saavedra, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón. Los turnos pueden demorar 30 días en ser asignados. Los aspirantes deben cumplir una serie de requisitos iniciales: ser mayor de 18 años, tener DNI vigente con domicilio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, abonar el Certificado Nacional de Antecedentes de Tránsito (CENAT) con 60 días de validez (valor $1200), abonar la Boleta Única Inteligente (BUI) correspondiente al trámite con 180 días de validez (valor $2043), y no tener infracciones. Los extranjeros, los que padezcan alguna enfermedad o estén bajo tratamiento médico y los que precisen licencia profesional -categoría D- deben presentar documentación complementaria. Quienes solicitan el otorgamiento de la licencia no son solo quienes nunca la tuvieron, sino también aquellos conductores que demoraron más de un año en renovar el registro.

La aprobación del trámite genera un turno para asistir a un curso de educación vial por videollamada de tres horas de duración. Cumplido ese plazo, se otorga una nueva cita: esta vez, la presentación en la sede comunal elegida (2, 3, 4, 5, 6, 10, 12, 13, 14 ó 15) para realizar los exámenes psicofísicos, teóricos y prácticos. Las autoridades contemplan que en un período aproximado de 60 minutos, el aspirante, en caso de haber aprobado las tres pruebas, podrá concluir el procedimiento y llevarse la licencia de conducir.

Se actualizaron, a su vez, los períodos de validez para los otorgamientos de la categoría B1. De 16 a 39 años: 10 años. De 40 a 49 años: 6 años. De 50 a 69 años: 4 años. De 70 años y más: 2 años

En la comuna no es necesario llevar ningún papel impreso: todo ya estará debidamente cargado en sistema. Acreditación de la identidad en el centro de admisión, test psicológico completo con más análisis en profundidad de la conducta humana, test visual con una prueba binocular y de campimetría y encandilamiento, test fonoaudiológico con un barrido tonal y la examinación de una audición apta, test médico general en el que se podrá incorporar certificados de profesionales de la salud anteriormente apuntados en la carga de datos y se verificará, junto a la información incluida en la declaración jurada, que el titular del trámite se encuentra apto para conducir.

El examen teórico también revistió una actualización del cuestionario. Se mantiene el esquema de opciones múltiples, pero aumenta la exigencia. Antes era menester acertar el 75% de un formulario nutrido por treinta preguntas: bastaban 22 respuestas correctas para aprobar. Ahora se incrementaron la cantidad de consultas, de respuestas correctas y el porcentaje necesario para superar el test: son 40 preguntas y se requieren 34 correctas, el equivalente al 85 por ciento, en un plazo de 45 minutos. “Es sencillo: para tener una licencia de conducir en la Ciudad de Buenos Aires hay que saber más”, repiten los funcionarios porteños.

El nuevo protocolo incrementará el porcentaje mínimo de aprobación del examen teórico: se deberá responder de manera correcta el 85% de las preguntas (actualmente se exige un 75 por ciento)

El proceso de admisión más la aprobación del examen psicofísico y teórico debería demorar aproximadamente 40 minutos. La evaluación práctica tiene una duración estimada de quince minutos. El circuito tiene un radio de 200 a 300 metros, que estará señalizado y publicado previamente en el sistema. Los aspirantes ya sabrán qué recorrido realizarán: las autoridades dispusieron que al menos circulen un tramo corto por avenida, que en las adyacencias haya agentes de tránsito y que se evite el paso por escuelas, hospitales, sedes de policías y cuarteles de bomberos.

Los conductores podrán elegir rendir el examen con autos de caja manual o automática. A través de una licitación de 108 millones de pesos, la ciudad adquirió 30 coches que fueron distribuidos en las diez comunas. Los de caja manual son Volkswagen Gol Trend y los de versión automática, Peugeot 308. En el sitio web del gobierno porteño, se encuentra publicada la información de cada vehículo a efectos de que el conductor ya esté familiarizado con la disposición del tablero y no precise ayuda para cumplir con las exigencias del personal examinador.

El aspirante recorrerá un radio de 200 a 300 metros señalizados y publicado previamente. La duración de este recorrido será de 15 minutos, aproximadamente

Cada conductor viajará acompañado por un examinador y cada unidad estará adaptada al doble comando. Disponen de un sistema integrado de monitoreo con cámaras internas y externas, un sistema de geolocalización que se controlará en tiempo real desde un centro operativo y sensores telemétricos que informan la velocidad de circulación y datos funcionales como alertas de cinturón de seguridad, disposición de combustible, encendido de luces, entre otros aspectos. Las imágenes que mostrarán a las personas dentro del vehículo y el recorrido del vehículo más los datos arrojados por los sensores telemétricos es información exclusiva para una auditoría interna.

Los examinadores valorarán, en su tablet, el proceso de calidad del conductor. La evaluación se discrimina en tres etapas: comprobaciones previas, circulación en tránsito y estacionamiento paralelo. En total son ochenta conductas que tienen en consideración y cada error potencial reviste una calificación dividida en cuatro escalas: eliminatoria, deficiente alta, deficiente baja y leve. Las eliminatorias son 21: por ejemplo, cruzar el semáforo en rojo, no usar el cinturón de seguridad, superar la velocidad máxima (en el examen se reduce a 30 km/h en calle y 45 k/h en avenidas), no ceder el paso a vehículos de emergencia o estaciona en más de dos intentos.

Con esta transformación, el Gobierno porteño pretende cumplir con el compromiso de reducir un 20% las víctimas fatales por siniestros viales para el 2023 y un 50% para el 2030 (Fotos gentileza Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal)

Las categorías leves y deficientes suman puntos. El puntaje de una conducción perfecta es cero. Una falta leve es, por caso, no regular el asiento en caso de ser necesario o no utilizar la luz direccional correspondiente antes de salir. Una deficiente alta sería frenar invadiendo la senda peatonal o traspasando la línea de detención. En caso de obtener ocho puntos, el conductor reprobará el examen práctico. Tendrá dos oportunidades más para obtener su licencia de conducir, cinco días después del primer intento.

Ya no habrá que aprender a dibujar una “u” en reversa, zigzaguear conos o superar la prueba de la rampa de retención de embrague que angustiaba a los aspirantes en el Parque Roca. Ahora, las exigencias obedecen a la vida real en un tránsito abierto, en un barrio porteño cualquier día de semana en horario diurno. Ahora, aquellos porteños que quieran obtener su licencia de conducir serán desaprobados si no tocan la bocina cuando es necesario o si no ceden el paso a peatones o ciclistas que se encuentran cruzando la calle.