Oposición al código urbanístico en Palermo

Los vecinos de Palermo también quieren cambiar el Código Urbanístico

La legisladora Claudia Neira acompañó el proyecto que los vecinos presentaron en la Legislatura.

Por Redacción NU

“Los vecinos de Palermo acaban de presentar en la Legislatura una Ley Vecinal para limitar el impacto del Código Urbanístico en su barrio. Firmamos y acompañamos el proyecto de los vecinos, como lo venimos haciendo con tantos otros barrios con la misma problemática”, escribió la semana pasada en su cuenta de Twitter la legisladora del Frente de Todos (FdT), Claudia Neira.

Y agregó: “Trabajamos con vecinos de Barrio River, Belgrano, Devoto, Villa del Parque y Chacarita para construir de conjunto sus leyes vecinales, y ahora estamos colaborando con vecinos de Constitución, Almagro, Montecastro y Coghlan”.

Vecinos y vecinas del barrio de Palermo, agrupados en el colectivo Palermo Resiste, presentaron en la Legislatura porteña un proyecto de ley para limitar las alturas y capacidades constructivas habilitadas por el nuevo Código Urbanístico (CUR). Según el relevamiento que realizaron los vecinos y vecinas, solo en los dos polígonos que abarca el proyecto hay más de 180 nuevas construcciones o emprendimientos inmobiliarios a futuro.

La iniciativa presentada tiene un total de 110 páginas, que incluyen mapas, gráficos comparativos que muestran el efecto del CUR o casos concretos de patrimonio perdido o en peligro.

 El proyecto abarca dos polígonos dentro del barrio de Palermo, uno pegado al otro. El primero, en la zona conocida como Palermo Viejo, está delimitado por las avenidas Córdoba y Scalabrini Ortiz, y las calles Guatemala y Godoy Cruz. El segundo, a un costado, por Paraguay, Mario Bravo y Avenida Coronel Díaz, también hasta Córdoba, Scalabrini Ortiz y Guatemala. “El proyecto propone volver a lo que establecía el Código antes de 2018, limitando las alturas de edificación. Por ejemplo, los edificios que antes podían tener tres pisos en algunas manzanas ahora pueden tener siete”, precisa Andrés sobre el principal punto de la iniciativa.

Otro de los ejes radica en los pulmones de manzana. Según explican desde Palermo Resiste, el nuevo CUR desreguló la obligatoriedad de los pulmones permitiendo a las desarrolladoras mayor constructibilidad en metros cuadrados hacia adentro de las manzanas. Además de ser una tentación para la construcción, la falta de pulmones atenta contra una característica tradicional de las edificaciones del barrio que cuentan con espacios abiertos en los que predomina la luz y el verde, con sus respectivos beneficios ambientales. Sobre este punto, el proyecto propone “limitar la ocupación del suelo edificable hasta un cuarto de manzana, preservando los pulmones y aumentando la capacidad ambiental”.

La iniciativa también prevé retrotraer los usos permitidos del suelo a lo que la normativa establece como “Baja mixtura de usos N°1”, es decir, área residencial con comercios minoristas. El CUR de 2018, en tanto, dividió partes de los polígonos en cuestión en las áreas 2 y 3 de “Media mixtura de usos”, con comercios de “mediana afluencia